donostia - Las 17 bibliotecas de Donostia se incorporarán a partir de octubre a la Red de Lectura Pública de Euskadi, lo que supone que los más de 130.000 usuarios de la txartela de Donostia Kultura podrán acceder a cualquiera de las bibliotecas municipales de la Comunidad Autónoma Vasca y a sus fondos. También los titulares de otras bibliotecas podrán utilizar los recursos de Donostia.
La concejala de Cultura, Miren Azkarate, y el viceconsejero Joxean Muñoz firmaron ayer el convenio por el que Donostia se integra en la red de bibliotecas municipales de la CAV que, a falta de la última incorporación de Santurtzi (prevista para finales de este año), agrupa hasta ahora 259 instalaciones, más de 800.000 socios y 5,2 millones de fondos, que en 2015 se registraron hasta 86.421 préstamos interbibliotecarios. A ellos se sumarán los 130.000 socios donostiarras y las 17 sedes de las bibliotecas de la ciudad: además de la central (en Alderdi Eder y San Jerónimo), las casas de cultura de los barrios cuentan también con servicios de biblioteca, al igual que la batería de las Damas de Urgull, San Telmo, la Escuela Municipal de Música y Danza, la Fundación Cristina Enea y la ikastola de Martutene. La intención es que “a medio plazo” puedan incorporarse a esta red otras instalaciones de la Comunidad Autónoma Vasca, como la del Koldo Mitxelena (gestionado por la Diputación).
La Red de Lectura Pública ofrecerá, también, 12.000 títulos de libros electrónicos a través de la eLiburutegia. En Donostia, desde julio del año pasado, ha habido más de 6.000 préstamos y más de 1.600 usuarios de libros electrónicos.
Además de la existencia de un carné único y la posibilidad de acceder a las colecciones de cualquier instalación, la integración permitirá contar con un catálogo colectivo y mejorar la eficacia de los servicios, ya que se evitarán duplicidades y solo habrá que catalogar una vez las obras. “Eso permitirá que el personal pueda dedicar más tiempo a campañas, a la digitalización y a las redes sociales”, apuntó Azkarate.
media europea La concejala recordó que Donostia siempre ha sido una ciudad de letras y literatura y recordó que tras el derribo de las murallas, a mediados del siglo XIX, ya se creó una biblioteca municipal entre la calle Garibai y Andia. Los datos actuales de las bibliotecas municipales confirman la afición a la lectura, con más de un millón de visitantes y medio millón de préstamos, lo que supone una media de 2,93 libros por habitante al año, cerca de cifras europeas. A los 130.000 socios de Donostia Kultura (más de la mitad de la población, aunque también hay socios no donostiarras) el año pasado se les sumaron 6.000 nuevas caras.
Muñoz, por su parte, recordó que en su juventud solo existía en Donostia la biblioteca central de la plaza de la Constitución, “un lugar oscuro y temible”, y recordó que se ha recorrido un largo camino en estos años para llevar las bibliotecas a cada barrio de la ciudad.
El Gobierno Vasco cuenta con un presupuesto de 2,2 millones de euros en 2016 para el soporte y mantenimiento de la Red de Lectura Pública de Euskadi, lo que incluye subvenciones a bibliotecas municipales.