donostia - El Gobierno Vasco ha decidido aceptar la petición del Ayuntamiento de Donostia y ampliar el plazo de exposición pública del proyecto para crear la denominada pasante por el centro de la ciudad de la línea de EuskoTren. Así, aunque en un principio el plazo para presentar alegaciones concluyó el día 3, tras esta prórroga los interesados podrán analizar el proyecto y hacer sus aportaciones hasta el día 21.

El estudio informativo del nuevo tramo propuesto entre las estaciones de Lugaritz y Easo es “complejo y extenso”, en opinión del Consistorio, de ahí que pidiera la ampliación del plazo de exposición pública para poder estudiarlo. El periodo inicial de alegaciones, entre el 29 de mayo y el 3 de julio, coincidió, además, con el cambio de Gobierno en la institución municipal, lo que dificultó que se pudieran presentar alegaciones.

De todos modos, al contrario que el Ejecutivo anterior (Bildu), el nuevo Gobierno municipal de PNV y PSE-EE es favorable a la creación de esta pasante ferroviaria del Topo o metro por el centro de la ciudad: fue el partido socialista quien la impulsó cuando estaba al frente del Gobierno Vasco la legislatura anterior y con la llegada del PNV a Lakua, aunque en un principió se rechazó el plan, se recuperó el proyecto con ligeros cambios, como la supresión de una de las paradas previstas en el Centro.

El proyecto que se somete ahora a información pública, plantea llevar los trenes del Topo por un nuevo trazado subterráneo de 4.170 metros. Poco después de Lugaritz se desviaría de la vía actual para dirigirse hacia El Antiguo y Ondarreta, con una nueva estación con accesos desde Benta Berri y la calle Matía. Continuaría paralelo a la costa y se adentraría por debajo de la playa de La Concha algunos metros. En el Centro habría una segunda estación subterránea, con accesos desde el hotel Londres, San Bartolomé y la calle Loiola. A partir de ahí, continuaría bajo los edificios del Centro hasta una nueva estación en Easo, que sustituiría a la actual, para volver a conectar con el tramo subterráneo ya existente en Morlans.

Según el estudio informativo, las obras requerirán de la excavación de cerca de 400.000 metros cúbicos de tierras, se prolongarán durante 48 meses, es decir, cuatro años, y costarán unos 172 millones de euros.

Hasta el momento algunas asociaciones de vecinos de la ciudad ya se han posicionado en contra del proyecto. En las alegaciones presentadas se alerta de los riesgos de excavar el túnel bajo la playa de La Concha y bajo más de 300 edificios de viviendas.