Donostia - Mientras se suceden las negociaciones entre PNV y PSE para formar un posible gobierno de coalición y cada concejal toma posesión de su mesa de trabajo, los corporativos recién salidos de las urnas tienen estos días otra tarea, en este caso voluntaria: asistir a los ensayos para bailar la Esku Dantza del día de San Juan, una costumbre que instauró el anterior alcalde Juan Karlos Izagirre hace cuatro años, cuando tomó las riendas de la capital guipuzcoana. Este baile municipal se produjo después de que otro alcalde, en este caso Jesús María Alkain (PNV), hiciese lo mismo hace 30 años.

Tras el primer ensayo convocado para el pasado día 10 de junio, esta tarde tendrá lugar el segundo y el lunes el tercero y último. El martes se celebrará la víspera de San Juan y será entonces cuando los concejales tomen parte en esta recuperada costumbre municipal. Varios ediles del PNV tienen previsto tomar parte en la celebración, aunque el alcalde, Eneko Goia, no parece que ejecutará una danza en solitario. Además de varios concejales jeltzales, participarán unidos en el baile ediles socialistas, como Marisol Garmendia, y tres corporativos de EH Bildu. Los populares, por su parte, no tienen intención de tomar parte en la danza mientras que los nuevos ediles de Irabazi, por ahora, no han decidido si acudirán.

La tradición de que los corporativos donostiarras bailasen la Esku Dantza era habitual en las Fiestas Euskaras de septiembre hace cerca de un siglo. El alcalde Jesús Mari Alkain recuperó esta tradición para la víspera de San Juan, uniéndose así al baile que ejecutaba tradicionalmente el grupo Goizaldi antes de la tradicional quema del árbol en la plaza de la Constitución. La última danza de Alkain se produjo en 1980 y hasta la llegada de Izagirre al Consistorio ningún otro alcalde bailó.

Los siguientes regidores donostiarras, Ramón Labaien, Xabier Albistur y Odón Elorza, prefirieron no mostrar al público sus dotes de dan-tzaris, aunque Izagirre, con experiencia en los bailes vascos, se lanzó a recuperar esta actuación, que fue compartida por todos los grupos municipales.

Al año siguiente, socialistas y populares optaron por no acudir a la representación y en 2013 retornaron los socialistas. El baile de autoridades se lleva a cabo también en otras localidades vascas y en cada una de ellas tiene su propia personalidad.