donostia - La Paloma de la Paz de Néstor Basterretxea no ocupará su nuevo emplazamiento, previsto por el Gobierno municipal en Sagüés, hasta el próximo mes de febrero. En la actualidad, la obra artística se encuentra desmontada en tres piezas en el taller Vitripol de Errenteria, donde fue compuesta para su construcción en 1988 y donde volvió cuando fue trasladada desde el solar del Kursaal hasta la plaza de Aita Donostia, hace 21 años. El Consistorio ha pedido a este establecimiento que tenga preparadas las piezas para su traslado a Sagüés a finales de enero.

Allí permanecerán, pues, mientras el Ayuntamiento determina el lugar exacto en el que se instalará la obra y construya la peana de hormigón y hierro que sujetará el cuerpo de la Paloma para, posteriormente, unirle las alas. El hormigón deberá pasar un tiempo para fraguar, ya que se necesita que endurezca antes de colocar la escultura.

El taller en el que se halla la Paloma de la Paz está especializado en poliéster y fibra de vidrio porque, en contra de lo que muchos creen, la creación no es una escultura de hierro pintada. Efectivamente, partes de ella, como el armazón, son metálicas, pero las placas que la recubren son de fibra y poliéster blanco, lo que le da su característico color.

Esta empresa, que en el pasado creaba distintas piezas de fibra de vidrio y poliéster, además de embarcaciones, se ocupa en la actualidad de otras realizaciones como, por ejemplo, tapas para contenedores.

El montaje de la creación de Basterretxea podrá durar dos o tres días, según especialistas en la materia, que aseguran que la tarea no tiene demasiada complicación. - C. A.