Las plazas para minusválidos son gratuitas en otras localidades
En Zarautz, Irun y Tolosa no hay que abonar la OTA, aunque sí en Bilbao
Donostia - El pago de la OTA en las plazas reservadas para personas con minusvalía, que ha empezado a aplicarse hace unos meses en Donostia, a pesar de estar regulado desde 2013, ha cambiado la situación de las numerosas personas que poseen la tarjeta azul europea de discapacidad.
Sin embargo, la realidad que impera ahora en Donostia es una novedad respecto a la que existe en otras localidades cercanas. Según los conocedores de la situación, ni en Pamplona ni en Vitoria pagan los discapacitados por estacionar en las plazas reservadas para ellos, aunque sí se hace, por ejemplo, en Bilbao, donde la situación es igual a la de Donostia.
Por el contrario, en numerosas localidades guipuzcoanas las plazas reservadas para minusválidos siguen siendo gratuitas. Así es, por ejemplo, en Zarautz, Tolosa, Mutriku o Irun.
Los únicos que pueden estacionar gratuitamente en las plazas reservadas de la capital guipuzcoana son los poseedores de las tarjetas MM, que son las personas con movilidad reducida, que disponen de un coche adaptado, son sus propios conductores y, además, están empadronados en Donostia. Esta opción deja fuera de la gratuidad a todos los minusválidos que son conducidos en un vehículo por segundas personas, así como a aquellos que vienen de otras localidades.
Los minusválidos poseedores de la tarjeta azul deben pagar la tarifa 2 de la OTA en las plazas reservadas, que es más barata y permite estacionar más tiempo.
La decisión municipal de obligar a pagar OTA en estos espacios fue apoyada por todas las formaciones políticas de Donostia, que ratificaron en Pleno la nueva ordenanza en 2013.
“Se trata de evitar los abusos que existen porque hay muchísima gente que tiene las tarjetas y hace uso abusivo de ellas”, explican fuentes municipales, que añaden que una única tarjeta “puede servir para toda la familia”, algo que impide la rotación de vehículos en las plazas de minusválidos y que estas estén más ocupadas de lo que deberían, lo que puede perjudicar a quienes más las necesitan. Asimismo, recuerdan que, en los últimos tiempos, el Consistorio ha puesto multas por hacer mal uso de estas tarjetas, así como por su duplicado y falsificación.
Algunos afectados por la situación, sin embargo, rechazan que todas las personas con minusvalías paguen por los abusos de algunos: “Lo lógico es que el Ayuntamiento controle la situación y multe si alguien incumple la norma”. - C.A.
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