buen inicio. Buenos detalles, aunque les faltó algo de ritmo y de intensidad. Los madrileños de Vulcano, que tenían la complicada misión de abrir el concurso internacional de fuegos artificiales, arrancaron ayer con fuerza y acabaron con una traca intensa y potente en la que derrocharon pólvora, dejando así con buen sabor de boca al público donostiarra. Vulcano, a quien el viento favoreció, ya que el humo apenas deslució el espectáculo, jugó con distintas formas, alternó fuegos altos y bajos y sus juegos de color con azules y blancos llenaron el cielo de la bahía. También fue destacable la coreografía creada por los surtidores de fuego a la altura de la barandilla de La Concha. En cambio, no fueron capaces de mantener la intensidad y hubo algunos bajones en el transcurso de la exhibición. Notable bajo. Foto: Gorka Estrada
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