Los dueños de un casa de Donostia han decidido recurrir a artistas urbanos, especializados en ejecutar grafitis, con el fin de evitar las pintadas que, de modo recurrente, aparecen en sus fachadas. Se trata de la primera vez que la empresa Artefactory, dedicada a la ejecución de murales y grafitis de calidad, ha sido llamada para decorar una fachada, con el objetivo de dejarla a salvo de los ataques de quienes disfrutan ensuciando las paredes la respeten.

La vivienda que está ultimando estos días su nuevo aspecto antipintadas es una casa unifamiliar que se encuentra en la calle Alkainbide, cercana a Aldapeta. Con el paisaje de palmeras y agua que aparece ahora, los dueños de la residencia confían en que no retornen los lemas como Marta, te quiero o Viva España, que ilustraron su edificio en el pasado.

Así, al menos, lo explica Iñigo Arrieta, cofundador de la empresa de arte mural, que añade que “es la primera vez” que sus servicios han sido solicitados para una vivienda, al tiempo que califica de “rompedora” la propuesta de los dueños del edificio. “Estos clientes aparecieron por medio de unos conocidos pero, hasta ahora, no habíamos hecho pintadas en un lugar así”, recuerda.

Por el contrario, los artistas de Artefactory (www.artefactory.com) sí han plasmado numerosos murales en tiendas y otros establecimientos de Donostia y su entorno. Cerca de 80 locales están en la actualidad decorados por los artistas de esta empresa con la doble finalidad de evitar las pintadas y lucir un aspecto más llamativo.

En concreto, las persianas de los establecimientos comerciales, muchas veces pasto de escritos soeces o sin demasiado sentido ni estética, son a menudo espacios que se convierten en lienzos para los artistas urbanos. Así sucede, por ejemplo, en una farmacia de la calle Prim, en distintos bares del barrio de Amara y en algunos negocios de polígonos industriales, cuyos dueños están hartos de ofrecer una mala imagen a sus clientes a causa de las pintadas antiestéticas que amanecen periódicamente en ellos.

Los motivos elegidos para decorar los espacios que se quieren proteger son elegidos entre los clientes y los miembros de la empresa, cinco jóvenes, que tienen en Lander Subiza su líder artístico. Entre unos y otros, proponen ideas, ofrecen bocetos y, finalmente, plasman estos trozos de arte antipintadas.