Donostia. La arena de Ondarreta, que tantos quebraderos de cabeza ha dado últimamente a los bañistas y al Ayuntamiento, ha cambiado de posición estos días atrás y, en este momento, se sitúa casi a la altura del paseo. Una máquina se afanaba el pasado sábado en esta playa de Donostia con el fin de remover la arena y colocarla de un modo más natural, con una leve inclinación de arriba abajo.

Los temporales con los que finalizó el año pasado y empezó el presente han dado como resultado una nueva colocación de este material y ahora tampoco afloran las piedras que traen de cabeza a los bañistas de este arenal y a los especialistas en la materia.

En los últimos tiempos se han llegado a instalar, incluso, cámaras en Igeldo para estudiar el comportamiento de las mareas y de la arena. Pero está claro que el mar actúa a su conveniencia.