Donostia. La artesanía puede que sea un sector que no sufre la crisis. Al menos, según las primeras impresiones de los organizadores de la tradicional feria navideña de Lur Kolektiboa, abierta desde el pasado 18 de diciembre y que se despedirá hoy del público tras un periodo de ventas más que fructífero y del que los artesanos salen "entusiasmados".

Quienes tengan aún regalos pendientes por comprar pueden acudir a la carpa situada junto al centro cultural Koldo Mitxelena en busca de algún presente original. El horario de apertura es, como en días anteriores, de 10.30 a 14.00 horas y de 16.30 a 20.30 horas.

Durante el periodo en el que ha funcionado la feria, que ha cumplido su cuadragésima edición, la presencia de público así como la compra de artículos han sido muy notables, según reconocían ayer los propios organizadores del evento, que creen que la artesanía va haciéndose un hueco entre la clientela que, a pesar de las estrecheces económicas, aparta algo de dinero de sus presupuestos para hacer regalos originales, de calidad y elaborados a mano, algo que no abunda en la actualidad.

zapatos ecológicos La novedad de algunos puestos - once de los 35 de la feria donostiarra se han presentado por primera vez- ha conseguido también atraer a numerosos público. Algunos artesanos, como los de zapatos ecológicos llegados desde Toledo, tienen compradores fieles, muchas veces personas veganas que optan por los productos naturales, no solo a la hora de alimentarse sino, también, de vestir.

Las txapelas de colores y los pañuelos de seda pintada son también un clásico para estas fechas, que no pasa de moda, antes al contrario.

La decoración y la joyería, de muy diversos estilos y materiales, también resulta muy atractiva para el cliente, que ha abarrotado la carpa de la calle Urdaneta en estos últimos días, independientemente del buen o mal tiempo del exterior, según recalcan los organizadores. "La verdad es que los artesanos están muy contentos con esta edición de la feria", recalcan, "con ganas de volver".