Donostia. El alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, negó ayer que se haya escondido "en ningún momento" a la hora de tratar la cuestión de Igeldo y, aunque no participó en el Pleno monográfico de ayer por cuestiones legales (por ser parte interesada), atendió a los medios tras la sesión. Insistió en que, aunque es igeldotarra, seguirá intentando cumplir el programa electoral con el que se presentó a la alcaldía de Donostia.
"Me presenté a las elecciones con un historial, la ciudadanía lo conocía cuando votó. Pero ahora soy alcalde de Donostia y estoy más ilusionado que nunca. Seguiré peleando por una Donostia mejor y pondré toda la carne en el asador. Que nadie tenga ninguna duda", declaró Izagirre, que se definió como "igeldotarra de residencia", pero donostiarra "cien por cien de ejercicio, de pasión y de trabajo".
Ante las peticiones de dimisión que se escucharon en la sesión plenaria, afirmó que se ha limitado a cumplir con su programa y filosofía política y a respetar la democracia. "Si piden la dimisión por eso, tienen un serio problema", señaló.
El alcalde se mostró "preocupado" por el hecho de que el Pleno hubiera aprobado llevar a los tribunales el decreto de la Diputación que dicta la desanexión de Igeldo, sobre todo por el hecho de que optaran por esa vía "partidos que dicen defender el derecho a decidir".
También consideró que no hay que poner "Igeldo contra Donostia o al revés" y aseguró que defenderá los intereses de los donostiarras en la negociación que concretará cómo ofrece la ciudad los servicios a Igeldo en este periodo de transición y cómo se materializa la segregación. "Ningún donostiarra sentirá ninguna merma", declaró.
En opinión del alcalde, hay que tomar con naturalidad la desanexión de Igeldo. "Esto que se ha creado tiene que responder a otros intereses, si no, no es normal", consideró.
Asimismo, Izagirre rechazó los insultos escuchados en el Pleno de ayer por parte de los favorables a la segregación cuando abandonaron la sala.