Menos gente por el cierre
los feriantes creen que la clausura parcial del paseo nuevo tras el accidente mortal de la pasada semana reduce la afluencia de público
LA presente edición de las ferias de Semana Grande no ha comenzado con buen pie. Según la opinión general de los feriantes, "el primer fin de semana ha sido bastante flojo". Y es que, a pesar de que el recinto de las atracciones presenta gran afluencia de gente por las tardes, según los encargados de las barracas, "hay muchos menos clientes que en años anteriores". Entre las principales razones de este descenso de asistencia, sobresale el cierre del Paseo Nuevo a la altura de la Sociedad Fotográfica, debido al accidente en el que falleció un joven por un desprendimiento de rocas el pasado 7 de agosto.
Pese al descenso de público que detectan, los feriantes acusan también a la crisis económica como responsable. Por otra parte, la mayoría de ellos está conforme con el espacio habilitado para las atracciones y declara que "no cambiaría el lugar" por otro emplazamiento. El dueño del popular puesto de 'gancho' American Grabsch afirma que "el sitio está bien, a pesar de que este año se nota la clausura del paseo". Asimismo, añade que "es casi una tradición montar las ferias en esta zona de la ciudad, ya que lleva haciéndose así desde hace muchos años, y cambiarlo desconcertaría a la gente".
Sin embargo, a pesar de la conformidad de los feriantes, el cierre de esa entrada no ha pasado desapercibido. "Se ha notado un gran bajón este primer fin de semana festivo", afirma Fernando, dueño del popular puesto de tiro Adelaren Tiro Aretoa, y matiza que "cuando antes venían, por ejemplo, diez personas, ahora vienen seis, lo que supone una pérdida importante para el negocio, aunque no lo parezca". Según Fernando, el cierre parcial del Paseo Nuevo ha afectado a todos los feriantes, ya que, al quedar únicamente una entrada al recinto, disminuye la accesibilidad y mucha gente se ve obligada a dar un rodeo para llegar. "Otros veinte feriantes y yo hemos hemos vivido la tragedia muy de cerca, puesto que ya habíamos instalado las estructuras aquí cuando sucedió el desprendimiento", explica el dueño del puesto de tiro.
Este año, el único modo de acceder a las ferias es por las escaleras del Aquarium, un paso bastante estrecho que causa largas colas en las horas punta de afluencia a las atracciones. A esto se suma el hecho de que solo hay un ascensor para subir a la terraza del paseo y, si este se estropea o queda fuera de servicio, como ocurrió el pasado sábado, se forma una gran congestión en el acceso de las ferias.
atracciones fuertes
'Speed' es la novedad de este año
No todo está pensando para el disfrute de los pequeños: para los más atrevidos, las ferias vuelven a traer este año sus míticas atracciones fuertes. Estos aparatos, reservados a los más valientes, como la mítica Barca Vikinga o el Alcatraz (las jaulas voladoras), también han notado el efecto de la clausura del paseo, como confirma el dueño de este último, Rafael Fernández, quien califica el primer fin de semana como "regular" en cuanto a la afluencia de clientes. "Este año la cosa está muy mal, ya que la gente no puede entrar al recinto por una parte del paseo y eso se nota", afirma.
La atracción Speed, conformada por dos estructuras que se mueven en círculo a gran altura, es la novedad de este año. El dueño, Francisco Martínez, afirma que "ha acudido bastante gente estos días, aunque no muchísima, pero eso pasa en todo el Estado a causa de la crisis". Otro puesto que esta vez no parece verse afectado por el cierre del paseo es la conocida Tómbola, una de las veteranas en las ferias donostiarras. "Ha sido un buen fin de semana", declara el responsable, Juan Manuel Ortega, aunque admite que "comparado con otros años, el nivel de asistencia ha sido flojo y a la gente le costaba pararse a comprar boletos".