La batalla más dulce
Más de 200 personas se acercaron a la explanada de sagüés para participar en la guerra de merengue
LA explanada de Sagüés se convirtió ayer por la mañana en un campo de batalla. Las armas no fueron otras que unas mangas pasteleras y la munición, el merengue. Los participantes de esta guerra tan dulce fueron más de 200 y contaron con cerca de 300 litros de merengue para ensuciar a sus rivales.
Los competidores se dividieron en tres grupos en función de su edad: primero lucharon los de 6 a 10 años, un sector en el que muchos de los participantes habían acudido al lugar con su grupo de tiempo libre. Después se celebró la guerra del grupo de 11 a 16 años y por último, la de los mayores de 17. Después de cada batalla, el jurado, compuesto por el humorista Oscar Terol y el piloto Ander Vilariño, entre otros, elegía a la persona que menos se había manchado como ganadora.
Algunos se dieron cuenta enseguida de que no eran favoritos para ganar el concurso por la cantidad de dulce que llevaban encima. Telmo participó en la batalla de los más pequeños. Salió totalmente cubierto de blanco. Pelo, camiseta y bañador; todo estaba pringado de merengue. "Ha sido muy divertido manchar con merengue a los demás", contó el niño al finalizar la batalla. Aseguró que no le importó nada ensuciarse con tal de hacer lo mismo a sus contrincantes.
A Irati, quien participó en la misma categoría, tampoco le disgustó la idea de embadurnar de merengue a otros niños. Al principio no le apetecía apuntarse a la batalla, pero su hermano no quería ir solo y decidieron inscribirse los dos juntos. Salió de la zona acotada con dulce por todo el cuerpo, sobre todo en la espalda, que estaba totalmente blanca, y los brazos. No le importó en absoluto. "Está muy rico, puedo comerme todo el merengue que tengo por el cuerpo", contaba la niña con una sonrisa. Nunca había probado este dulce y aseguró que a partir de ahora, le diría a su ama que le comprase de vez en cuando.
Unai, de 12 años, participó en la segunda categoría. Aunque no fue el vencedor, no se manchó mucho. Se acercó a Sagüés con sus amigos, y se divirtió mucho, tanto que aseguró que "el año que viene repetiré y vendré a ganar".