El cañonazo, los gigantes, las barracas para las pequeñas, cenar, los fuegos y el toro de fuego. Marta Egaña y su familia, como buenos donostiarras que son, estaban ayer dispuestos a aprovechar el día. Todos van vestidos de blanco y llevan el pañuelo azul de fiestas anudado al cuello, preparados para dar comienzo como es debido a la Aste Nagusia. "Vamos a hacer un plan completo, ir a todo lo que podamos", comentan.

Otros son más selectivos y, aunque quieran aprovechar las fiestas lo máximo posible, tienen claro qué actividades le interesan y cuáles no tanto. Iñigo Eguilegor, nacido en Donostia, viene desde Orio. Su prioridad en estas fiestas son los gigantes, ya que participa en la comparsa, pero no descartaba ir al cañonazo. Aun así, de entre las actividades que hay durante la semana, tiene claro que no se iba a perder el txupinazo de los piratas, ya que considera que "son las cuadrillas las que hacen que las fiestas de las ciudades funcionen". Cree que ni Donostia, ni Iruña, ni Gasteiz, ni Bilbo conseguirían el ambiente festivo que hay si no fuera por la participación de las cuadrillas, y piensa que actividades como las de los piratas son fundamentales.

Las familias, en general, se decantan por los actos más tradicionales. María Reoyo viene con su marido y sus hijas desde Irun. "Todos los años venimos a ver el cañonazo; nos gusta mucho", cuenta Reoyo. También se quedan a los fuegos, cosa que piensan hacer todos o casi todos los días. Josune Garijo, de Donostia, cree que "el cañonazo es una cita obligada", así que acudió ahí con su familia. Después preveían quedarse a ver los fuegos.

De la estación de Euskotren de la plaza Easo continuamente salen familias para acercarse estos días a las fiestas de la capital de Gipuzkoa. Trenes que vienen de localidades cercanas como Orio, Zarautz y Zumaia vienen llenas, pero también son muchas las familias que vienen desde Iparralde y comparten tren con los que cogen el tren en Irun o Pasaia. En cada oleada de gente que baja del tren que viene de esa zona, la plaza Easo se llena de gente hablando en francés.

También hay gente que se acerca a Donostia sin saber exactamente con qué se van a encontrar. Emilio y Ángel son dos jóvenes de Sevilla y Málaga que han venido a pasar la semana. Aprovechan que tienen familia en Hondarribia para conocer la Aste Nagusia, donde no han estado nunca, y disfrutar así de la fiestas de Donostia. Claro Gallardo y su mujer, dos extremeños asentados en Zumarraga, también vienen por primera vez, aunque no tienen el mismo plan que los jóvenes andaluces. Aprovechan la visita a Donostia para ir al cañonazo y dar una vuelta por la ciudad. Han venido sin saber lo que hay el primer día de las fiestas. "A ver con qué nos encontramos", dicen.

Desde luego, después del cañonazo no habrá tiempo para aburrirse en la Aste Nagusia, así que es probable que las estaciones de tren y autobús se llenen de gente que viene a disfrutar de las fiestas.