Donostia. El tradicional Alarde de Txistularis que da inicio musical a la Semana Grande donostiarra cambiará hoy sus costumbres y no arrancará con músicas alegres, sino tristes. Con este cambio, los txistularis desean homenajear a las víctimas de hace dos siglos, cuando la ciudad fue incendiada y saqueada, aunque luego pudo renacer de sus cenizas.
Así, el numeroso público que abarrotará la plaza de la Constitución desde las 20.30 horas, escuchará en primer lugar el Himno a las víctimas de 1813, que el compositor donostiarra José María Usandizaga les dedicó al cumplirse el centenario de aquel desagraciado hecho.
El espectáculo también recordará que la plaza de la Constitución fue la primera obra pública de consideración emprendida tras el incendio de Donostia. Para ello, el tablado mostrará las mismas danzas que se exhibieron ante el público durante la inauguración del nuevo espacio festivo: la Ezpata Dantza y la Brokel Dantza, a cargo de los dan-tzaris de Eskola.
El espectáculo musical incluirá también la letra de la obra Donostiar tristeak, del donostiarra Bizente Etxagarai, en la voz del joven bergararra Aitor Garitano, que interpretarán otras canciones como Haurrak lotaratzeko soinua y Baionetak erakutsi. El programa incluye también el recordatorio del centenario de muerte de Raimundo Sarriegi, entre otras obras.