Donostia. ¿Qué balance hace de los dos años de legislatura?

Hay 13.000 familias en paro, 13.000 familias que reciben alguna ayuda social. El Ayuntamiento tiene menores ingresos de capital y toca gobernar en una situación complicada. Hemos tenido mucho rigor económico. Hemos tenido que reducir el gasto corriente partida por partida, teniendo claro que la reducción no podía ser de ayudas a las personas ni a costa de servicios. Hemos ahorrado casi seis millones de euros en 2011 y hemos hecho un plan de estímulo económico y empleo, con el apoyo de todos los grupos, que no ha hecho ninguna otra capital. Está dirigido a las franjas de edad y barrios más afectados por el paro.

¿Qué más novedades ha supuesto la llegada de Bildu?

Abrir el Ayuntamiento a los ciudadanos y a los grupos de la oposición. Hemos ido a los barrios y pueblos de Donostia y se han recogido aportaciones, que se han tenido en cuenta en los presupuestos. En la mesa de contratación están todos los partidos, que antes no estaban. Otro ejemplo minúsculo: antes la oposición daba las ruedas de prensa en otra sala y ahora lo hace en la misma que la del Gobierno. En muchos ayuntamientos no se permite que todas las mociones vayan a los Plenos y nosotros no nos hemos negado nunca. Otra diferencia es que el euskera se utiliza mucho más, es lengua de trabajo en muchas circunstancias.

Con las mociones, los Plenos se hacen larguísimos muchas veces y se debaten asuntos que no obligan a nada.

Antes no se permitía que hubiera mociones. El alcalde es el que puede decidir si hay mociones o no. Y es verdad que tiene un coste político para nosotros, pero no se nos ocurre impedirlo.

Usted ha visto distintos modos de funcionamiento porque también fue concejal en un Gobierno de Elorza.

No quiero entrar en temas personales, pero Izagirre cree en las personas de alrededor.

¿Cómo conviven las distintas tendencias dentro de Bildu?

El funcionamiento es muy bueno. Nos unen las ganas de trabajar y llegar a acuerdos es sencillo.

¿Cuál ha sido el momento más duro para el Gobierno, quizá la destitución de Josetxo Ibazeta?

Sí, fue un momento duro para todos porque Josetxo era un compañero. Pero se hizo lo que había que hacer.

Usted es de los más experimentados como concejal dentro del Gobierno. ¿Ejerce de profesor entre sus compañeros?

No tengo tanta ventaja porque fui delegado de un patronato y el Ayuntamiento es distinto.

Sus relaciones con el Gobierno Vasco son poco estridentes. ¿La actitud suave que proyectan es buscada?

Solicitamos al Gobierno Vasco que cumpla sus compromisos. Por ejemplo, vamos a pedir que invierta en crear la estación de Loiola de EuskoTren, como está previsto; que recupere la aportación económica que preveía para 2016; esperamos que se comprometa con Txomin. Igual el estilo es diferente al de antes, pero lo que importa son los resultados.

¿Cómo se va a abordar la remodelación del Gobierno sin dos delegados?

Traerá una remodelación en la junta de gobierno, pero no afectará a los proyectos. La sentencia obliga a muchos municipios.

¿Piensa acercarse a algún partido para gobernar con mayor comodidad?

Llegamos a acuerdos con los grupos de la oposición prácticamente a diario. Con los presupuestos, con el PNV y el PSE, y con el PP, en la ordenanza de OTA y en tráfico. Este es un Gobierno que habla con todos los grupos y es capaz de acordar con todos.

También es usted responsable de deportes. ¿Se va a reconstruir el polideportivo de Altza, que está en mal estado?

Estamos atando los últimos flecos de la remodelación. Es complejo.

Usted ha ido a los toros en Illunbe. ¿Le gustan las corridas? ¿Comparte su prohibición, aunque puedan dar algo de dinero a la ciudad?

Yo he ido a los toros, pero no soy aficionado. Eso de que dan dinero... El Ayuntamiento no llegaba a cobrar 12.000 euros por la Semana Grande. No es que guste o no guste, pero vamos a ser capital cultural de 2016. También hay otros factores, como los pasos que se dieron en Catalunya. Además, las corridas son algo que va claramente a menos.

¿Por qué no se cierra ya Carlos I?

La Diputación está haciendo un estudio sobre la rotonda de Martutente y, según esto, tendrá que hacer una intervención en este punto para que no se atasque. Por otra parte, no entendemos por qué el Gobierno Vasco se ha desmarcado del proyecto. Es sorprendente.

¿Cree que la presencia de Bildu en el Gobierno donostiarra retrae a algunos visitantes del Estado?

No. La situación económica es la responsable. Está subiendo el número de pernoctaciones en los últimos siete meses. El sector turístico es de los pocos que está dando alegrías.

¿La apertura de un nuevo camping en Igara puede ayudar al turismo?

Esas infraestructuras siempre ayudan. Que haya un camping más, que se haya ampliado el de Igeldo, que se haya inagurado Uba... son infraestructuras turísticas que se dirigen a un segmento interesante. Tiene que haber una oferta diversificada.

¿Cree que se va a hacer la remodelación de Anoeta?

Nosotros hemos aprobado el planeamiento y lo que se lleve a cabo no va a ser con dinero municipal. Respecto a lo anterior, ha cambiado que el suelo de todo va a ser público y antes el de las torres se cedía. Luego, ¿cómo se hace viable la operación? Eso lo tendrá que negociar la Real.

¿Han accedido a la colocación del quinto contenedor con chip en los barrios ante la presión de los grupos de la oposición que iban a modificar la ordenanza?

En absoluto nos hemos sentido presionados. Este Gobierno ha tendido la mano y ha hablado con los grupos con el objetivo de mejorar las tasas de reciclaje. Nunca hemos hablado de sistemas, ni hemos propuesto poner uno concreto. Hemos tratado de avanzar en acuerdos que permitan alcanzar el objetivo de reciclar un 60% en 2016. Es una cuestión que ha sido tratada con excesivos intereses partidistas y la hemos querido abordar desde un plano meramente técnico, buscando soluciones y acuerdos.

¿Por qué el acuerdo es solo con el PSE si los demás opinan lo mismo?

El acuerdo alcanzado es un punto de partida. Habrá que preguntar a quienes no han tenido voluntad de avanzar en acuerdos, por qué han adoptado esa actitud. Nosotros seguimos con la mano tendida, dispuestos a seguir dialogando, para que todos los grupos se integren en este importante acuerdo que permitirá conseguir el objetivo de reciclaje establecido por el PIGRUG del 60% en 2016.