DONOSTIA. Izagirre ha estado acompañado Pilar Garciandia (93 años), y Marcelo Usabiaga (96 años), quienes fueron prisioneros en este penal donostiarra, la primera a los 17 años y el segundo permaneció en el mismo un año. En esta cárcel estuvieron miles de personas encarceladas y que llegaron a ser fusiladas durante la Guerra Civil y el Franquismo.
Representantes de todos los grupos de la Corporación municipal (Bildu, PSE-EE, PP y PNV) han estado presentes en el acto, así como familiares de presos de Ondarreta. La base del monolito está realizada con piedras, recuperadas por la Asociación Aranzadi en la playa de Ondarreta, que formaron parte de las paredes de la cárcel.
La prisión de Ondarreta se abrió en 1890 y en ella se mezcló a todo tipo de presos, comunes y políticos, hombres y mujeres. A partir de 1931 los reclusos fueron en su mayor parte políticos. El primer edil de Bildu ha recordado que, a partir de la guerra de 1936, "los franquistas torturaron a muchos de los presos políticos y fusilaron a cientos de ellos hasta que cerraron la cárcel, en 1948, y llevaron a los presos a la de Martutene".
Izagirre ha manifestado que "se les debe justicia" a estas personas. "Al igual que se escondieron las paredes de aquella cárcel en las postales de la ciudad, se silenciaron los abusos y crímenes cometidos en las mismas a manos de las autoridades franquistas", ha afirmado el alcalde, quien ha recalcado que el monolito "es una pequeña parte del reconocimiento que se debe a los hombres, mujeres y niños" que estuvieron internados en ese penal .
CONDENADO POR SUS IDEAS POLÍTICAS Usabiaga ha explicado a los presentes su paso tanto por la cárcel de Ondarreta, en la que permaneció un año recluido, así como "por otras prisiones del Estado en las que cumplió una condena de 21 años por sus ideas políticas".
El militante republicano ha señalado que es "feliz" pese a que su vida no haya sido "ideal" y ha destacado que la libertad en la que se vive en la actualidad "la hemos conseguido con muchos muertos y muchos sacrificios", al tiempo que ha subrayado que la vida en prisión era "una auténtica tragedia".
Usabiaga ha explicado que en su estancia en Ondarreta permaneció recluido junto a otros compañeros en el sótano de la cárcel, del que les sacaban para construir la avenida de Tolosa de la capital guipuzcoana.
Finalmente, ha animado a los presentes a "seguir luchando para conseguir un mundo mejor y ha concluido su discurso con un "Viva la República".