Donostia. El Centro Tecnológico del Mar y los Alimentos, Azti-Tecnalia, prepara un informe de actuaciones a realizar durante los meses de invierno en la playa de Ondarreta, para ayudar a que durante la temporada estival del próximo año no aparezcan las molestas piedras. Entre las actuaciones que plantean se encuentra la de retirar las piedras de origen humano -cascotes, escombros, etc.- que se encuentran en el arenal, no obstante, es una actuación "complicada".

No hay ninguna máquina cribadora que pueda diferenciar entre los cantos rodados naturales y los de origen antropogénico, procedentes de los muros de la cárcel de Ondarreta, del ferrocarril que circulaba por la playa y de la cantera de cal, entre otros. Por ello, según explica el director de la Unidad Marina de Azti-Tecnalia, Adolfo Uriarte, la retirada será "bastante manual".

El experto expone que la "acción del mar es bastante selectiva" y este mueve de manera distinta y sitúa en distintos lugares las piedras naturales y las de procedencia humana. En este sentido, reconoce que "hay zonas donde hay mucho más volumen de piedras naturales", mientras que en otras áreas se concentran los cascotes. En estos lugares se podría meter una cribadora y en el caso de que extrajese algo de material natural, sería devuelto a la propia playa. Uriarte asevera que esta actuación es "compleja" y que se debe realizar con mucho cuidado.

Azti-Tecnalia asesora al Ayuntamiento de Donostia en esta materia, aunque es el Servicio de Costas quien tiene la última palabra sobre las actuaciones a ejecutar. Pese a todo, Costas ya emitió en noviembre de 2011 un informe en el que recomendaba la retirada de escombros del arenal de Ondarreta, por lo que no debería oponerse.

actuar con rapidez El Ayuntamiento movió durante los meses de verano 35.000 toneladas de arena de la parte alta a la parte baja de Ondarreta, para intentar que la playa recuperase su perfil natural.

No obstante, la arena no estaba "compactada" por lo que el oleaje la comenzó a desplazar rápidamente hacia el Pico del Loro, siguiendo la dinámica de las corrientes en verano. Uriarte explica que, en estos momentos, "una parte muy importante" del material removido se ha movido hasta el peñón.

No obstante, el director de la Unidad Marina de Azti-Tecnalia adelanta que tras los últimos temporales la tendencia empieza a remitir y la arena ha comenzado a moverse hacia la zona del restaurante Tenis. "De cara al invierno se moverá bastante rápido. Si tenemos un invierno energético fuerte se recuperará bastante la playa", afirma. Aunque también reconoce que de cara a la extracción de cascotes, este hecho puede ser un problema, dado que las piedras podrían volver a quedar cubiertas por la arena antes de ser retiradas, lo que provocaría su reaparición el próximo verano. "Tenemos que actuar con rapidez", indica Uriarte.

cámaras Por otro lado, la idea de instalar cámaras de videovigilancia para controlar la evolución de la playa de Ondarreta sigue adelante, aunque Uriarte reconoce que la situación económica no ayuda a culminar la instalación.

El experto indica que están buscando varios sitios donde se podrían colocar las cámaras que tomarían imágenes del arenal cada pocos minutos. Mediante sistemas informáticos, entre otras cuestiones, se podrían delimitar las zonas con piedra y ver cómo evolucionan en el tiempo.

Esta medición se añadiría al férreo control que se realiza sobre el arenal donostiarra. No en vano, todos los meses se llevan a cabo análisis topográficos de Ondarreta. Además, junto al muro del paseo existen regletas que permiten la medición semanal de la altura de la arena en ese punto.