Donostia. Varias decenas de familias de las nuevas viviendas de Pagola, en el entorno de Lugaritz, critican que cuando compraron sus casas, hace solo uno o dos años, les prometieron que las viviendas tendrían vistas despejadas y que, sin embargo, ahora el proyecto urbanístico previsto para el solar contiguo ha cambiado: en principio, estaba pensado construir una serie de villas de varias plantas pero, en los últimos meses, el proyecto ha cambiado y los bloques han ganado altura. Los propietarios de los tres primeros bloques de Pagola denuncian que las "vistas despejadas" que les prometieron y por las que pagaron hace solo unos meses desaparecerán con las nuevas construcciones y han emprendido una serie de protestas para tratar de evitarlo.

Así, además de colocar pancartas para llamar la atención sobre su caso, han recurrido ya a la constructora que se hará cargo de la promoción y al Ayuntamiento, además de a la Organización de Consumidores y Usuarios.

Tras varios encuentros con unos y con otros y según explica Fermín Aldaia, presidente de la comunidad de vecinos de Pagola, la promotora parece dispuesta a retrasar varios metros los nuevos inmuebles, lo que permitiría que obstaculizaran algo menos las vistas de los pisos ya habitados. Sin embargo, y tras reunirse también con representantes municipales y constatar que, según la normativa vigente, es posible distanciar aún unos metros más los futuros bloques, los vecinos afectados reclaman a la constructora que modifique el proyecto.

"engañados" "Nos sentimos engañados", declara Aldaia, que insiste en que hace solo uno o dos años que las 64 familias compraron las viviendas de estos tres primeros bloques de viviendas de Pagola. El presidente de turno de la comunidad de vecinos explica que entonces ya les dijeron que había un proyecto urbanístico previsto en el solar de enfrente, pero que les concretaron que serían villas de baja altura que, al estar en una cota más baja, no afectarían a sus viviendas, que mantendrían unas vistas despejadas, una de las características por las que pagaron los nuevos propietarios y que ahora, si cambia el proyecto, se perdería.

"Consecuencia directa: los vecinos del primer bloque y parte del segundo van a tener un muro delante", denuncian los habitantes de Pagola.

Así que los vecinos de estos bloques han decidido protestar e intentar presionar para que el nuevo plan urbanístico del solar contiguo se distancie algo más y no perjudique a sus viviendas.