Donostia. El Gobierno municipal de Bildu insiste en seguir adelante con el proyecto de estación de autobuses que contempla que esta infraestructura se ubique en Riberas de Loiola, a pesar de que no cuenta con los apoyos suficientes para modificar el plan parcial de la zona, un trámite indispensable para alcanzar este objetivo.

La comisión de Desarrollo y Planificación del Territorio celebrada el lunes sirvió para visualizar esta situación ya que el conjunto de la oposición (PSE-EE, PP y PNV) rechazó la opción de Riberas y solo Bildu votó en su favor. Las posturas parecen estar claras, si bien el equipo de Gobierno volverá a llevar esta cuestión al pleno del día 30. Mientras, el concejal de Movilidad, Jon Albizu, espera que los grupos municipales cambien de opinión, "algo que ya han hecho en otras ocasiones".

"El Gobierno mantiene la propuesta hasta el día 30 y serán los grupos quienes tengan que explicar por qué han cambiado de parecer incluso cuando en los programas electorales apostaban por Riberas", señaló el edil en referencia al PP.

Albizu reivindicó las ventajas de la edificar la estación debajo del Jardín de la Memoria esgrimiendo razones "técnicas" y "económicas" y apeló al "sentido común" del resto de la corporación. "Desde los puntos de vista técnico y económico es la opción que más certezas genera y tenemos la esperanza de que en esta semana los grupos se retracten", dijo.

estudio medioambiental Preguntado por si el Gobierno local apoyaría el proyecto de Atotxa, el responsable de Movilidad indicó que "habrá una estación en Donostia", pero que "ahora toca poner encima de la mesa cuál es la mejor ubicación". "Riberas no es algo que nos hemos sacado de la chistera", añadió. Cabe recordar que en el pleno de enero fue el propio Albizu quien aseguró que sería el conjunto de la corporación quien decidiría la situación definitiva de la estación.

Además, el lunes el Gobierno municipal confirmó que se está analizando la posibilidad de encargar un estudio sobre el impacto medioambiental que tendría la construcción de esta infraestructura en Atotxa y que está manteniendo conversaciones con la Diputación al respecto. En relación a esta cuestión Albizu añadió que "se pedirán todos los informes necesarios; como se hace con la estación o con un bidegorri".

Sin embargo, otras fuentes en el Ayuntamiento indican que la petición de este estudio busca retrasar la ejecución de la obra en Atotxa, en el caso de que el proyecto no superara este examen medioambiental.

Por su parte, el portavoz del PNV, Eneko Goia, subrayó que en esta cuestión el Gobierno está dando una muestra de "infantilismo político preocupante". "Siguen adelante con cierto tono de casqueta y muestran incapacidad para asumir decisiones adoptadas por la mayoría. Estoy hasta las narices de que hagan de Calimero; eso es algo que el Gobierno ha aprendido rápido del anterior: hacerse la víctima", apuntó, al tiempo que insistió en que al PNV "le da igual" quién presente los proyectos. "Lo que hay que hacer es presentarlos con rigor. Deberían dejarse de excusas y ejecutar de una santa vez la estación donde se había acordado", dijo.

El portavoz del PP, Ramón Gómez, pidió también a Izagirre que respete la decisión tomada por el pleno. "Lo que es necesario es tener una estación y debe ser en Atotxa, que es la que ya está adjudicada", agregó.

Finalmente, el PSE-EE de las Juntas Generales pidió ayer a la Diputación que medie ante el alcalde para que acepte la "propuesta mayoritaria" de ubicar la estación en Atotxa.