donostia. El alcalde, Juan Karlos Izagirre, defendió ayer la gestión que ha llevado a cabo en su primer año de legislatura. El primer edil comenzó la comparecencia reconociendo que han sido doce meses "duros y difíciles", aunque, según explicó, han servido para cambiar el modo de hacer las cosas en la ciudad, a pesar de que han tenido una oposición que ha seguido una política de "bloqueo continuo". También reclamó "respeto institucional", algo que consideró "básico para trabajar". "No puede ser que algunos grupos utilicen información de este Ayuntamiento para bloquear determinadas cuestiones o que otras administraciones en Euskadi o Madrid castiguen a la ciudad sólo porque está gobernada por Bildu", añadió el alcalde.

Acompañado por dos de sus tres tenientes de alcalde, Josu Ruiz y Nora Galparsoro, el alcalde aseguró que "se ha confirmado" que el suyo es un Gobierno "estable" y que ha traído el "cambio político" a Donostia. "Desde el principio dijimos que el Ayuntamiento sería un lugar abierto para los ciudadanos y en este tiempo ha quedado claro que se puede hacer política de otra manera, con más humildad", dijo.

Asimismo, Izagirre desgranó algunas de las iniciativas más importantes que se han materializado en este tiempo. De este modo, citó, entre otras cuestiones, el plan anticrisis que prevé dar trabajo a 1.100 personas; la "apuesta" por Tabakalera, donde han realizado un trabajo "en silencio"; el acuerdo laboral al que han llegado "con la mayoría sindical del Ayuntamiento"; la preparación de un listado de viviendas vacías; el plan de actuación del Urumea o el trabajo en favor de la liberalización de los terrenos de la cárcel de Martutene para poder construir viviendas.

También insistió en las prioridades del Gobierno municipal: servicios públicos de calidad, las políticas sociales, la cultura, la participación o la vivienda. "Sabemos que otra Donostia es posible. Trabajamos en equipo y somos un equipo que se caracteriza por la discreción y la eficacia", dijo. Así, recordó los acuerdos a los que ha llegado con los distintos grupos: pacto de inversiones con el PNV, aumento de las tasas con el PSE-EE y abrir la puerta a la estación en Riberas con el PP.

Sin embargo, Izagirre también tuvo palabras de reproche para la oposición (PSE-EE, PP y PNV). "Desde el principio hemos visto una oposición unitaria y nada constructiva. Hemos gestionado cosas heredadas; algunas nos han gustado más y otras menos, como el lastre de Illunbe", agregó haciendo referencia al PSE-EE.

Volvió a pedir "responsabilidad" al PNV para que votara en favor de ubicar la estación en Riberas de Loiola (algo que no se produjo ayer en la comisión de Urbanismo) y sobre el PP dijo que tenían un "problemón": "Aunque comparten muchas iniciativas con nosotros, votan en contra porque tienen órdenes".

En este sentido, el portavoz popular, Ramón Gómez, señaló que "siempre" han apostado por la ciudad. "Cuando hemos tenido que decir que no a cuestiones que se plateaban desde Madrid, lo hemos hecho", dijo.