"YA no nos lo creemos. ¿Cómo nos lo vamos a creer?", se pregunta la amaratarra Icíar Vergara, en el estanco que regenta su familia en la esquina de Isabel II. Y saca una carpeta llena de recortes de periódicos con titulares que prometen que el viaducto de Carlos I iba a desaparecer en 2007.

La semana pasada los responsables del Ayuntamiento donostiarra, la Diputación y el Gobierno Vasco presentaron el último estudio realizado que calcula que abriendo un enlace a la Variante en Marrutxipi y modificando la rotonda de Martutene, sería posible eliminar completamente el acceso de Carlos I. Y las tres instituciones se comprometieron a ejecutarlo.

Sin embargo, los amaratarras, que llevan dos décadas reclamando que se elimine el viaducto que separa el barrio en dos, han escuchado ya más de una vez que el acceso a la Variante desaparecería y, de momento, sigue ahí. "Dijeron que había que esperar a la apertura de la Autovía del Urumea y cuando se abrió ya presentaron otro estudio, pero seguimos igual", añade Vergara.

Hace unos años los amaratarras de la zona comenzaron a movilizarse para reclamar la eliminación del viaducto. "Al final, te desilusionas", apunta. "Yo no creo que lo vea", añade una clienta. "Otro problema es que cambian los políticos y ya parece que los proyectos o estudios no valen y hay que hacer otros", señala José, el hermano de Icíar, detrás del mostrador.

"Algún día se hará, se eliminará el viaducto", reflexiona Valerio en un bar cercano, al tiempo que confiesa que cambiaría mucho la vida de todos los vecinos del entorno. "Se nota mucho, además del ruido, el polvo por el tráfico", declara Marivi Guruzeaga, en la Ferretería Amara.

cambios

Menos tráfico

Lo que sí reconocen unos y otros es que en el último año el tráfico que circula por la entrada de Carlos I se ha reducido bastante. Los informes técnicos calculaban que con la apertura de la Autovía del Urumea el volumen de vehículos había disminuido más de un 30%, de ahí que se considerara que ahora es posible eliminar el acceso de Amara si se ofrecen alternativas como el enlace a Marrutxipi o el vial de hospitales a Martutene.

De todos modos, el informe considera que estas dos actuaciones deben ser previas, para poder proceder después a cerrar Carlos I y dar alternativas a los conductores.

Aunque los estudios anteriores planteaban mantener una conexión desde Errondo hasta la Variante, el último informe presentado la semana pasada considera que no será necesario, por lo que tanto el puente como los túneles podrán desaparecer.

Una vez eliminado el viaducto, la intención es convertir esa calle en un boulevard urbano que permita conectar las dos aceras de Carlos I y acercar a los amaratarras de un lado y otro. "Sería maravilloso", apostilla Valerio.