El 23% por el método rápido y el 3% entre personas del mismo sexo
algunas parejas piden hora en varias localidades y después eligen, lo que origina problemas
Donostia. Desde que el consistorio donostiarra empezó a acoger bodas, en abril de hace 17 años, han tenido lugar 2.545 matrimonios, incluidos los denominados rápidos, que han sido 240. Esta modalidad del enlace supone el 23% de todas las bodas desde el año 2006, momento en el que se abrió al público esta posibilidad ante la avalancha de peticiones para casarse en el consistorio.
Un año antes, se aprobó la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo y, entre 2005 y 2011, se han contabilizado 48 enlaces de estas características, un 3% de los celebrados en el periodo. La mayor parte han sido entre hombres (29). Las bodas entre mujeres han sido 19.
Pero en el ayuntamiento también se celebran enlaces extraordinarias, casi tantos como las bodas rápidas, y han ascendido a 228 en 17 años. Estos últimos son aquellos que se celebran a petición de algún corporativo, que desea casar a algún familiar o amigo o a los trabajadores municipales.
Estas bodas extraordinarias se redujeron drásticamente a partir del año 2006, cuando se implantó la modalidad de boda rápida. Así, en 2011, por ejemplo, sólo se celebraron tres de estos enlaces fuera de la normativa de un total de 249 a lo largo de todo el año.
La mayor parte de las bodas se han producido en el Salón de Plenos y han ido paulatinamente en aumento desde 1995, momento en el que alcaldes y concejales empezaron a casar, hasta el pasado 2011. En el año 2000 se llegó a la cifra de 116 enlaces mientras que el récord hasta el momento lo alcanzó el año 2009, con 265.
anulaciones Por otra parte, y aunque parezca extraño, la oficina de Relaciones Públicas del Ayuntamiento, que tramita estos papeles, también anula reservas, nada menos de 436 en 17 años. Los motivos para retirar la petición de hora son variados pero, muchas veces, están motivados en que el horario o el día no son los apetecidos. También sucede que hay parejas que solicitan una reserva de hora en varias localidades y después eligen la que más les conviene. Esta práctica provoca el problema de que las horas anuladas, muchas veces, no pueden ser usadas por nadie.
Aunque existe la creencia de que existe una larga lista de espera para casarse en el consistorio donostiarra, la realidad es que los novios no pueden pedir más horas que las del año en curso o las del siguiente. De hecho, cada año quedan horas libres. Sin ir más lejos, el pasado 2011, un total de 57.