POR su aspecto nadie diría que estas hermosas plantas de color lila, que abundan en numerosos puntos de Donostia y su entorno, pertenecen a una especie invasora que se queda con el terreno destinado a las plantas autóctonas. Pero así es, según explica el colectivo Eguzki, que ha convocado dos jornadas de auzolan para cortar y arrancar ejemplares de Buddleja davidii en distintos puntos de la capital guipuzcoana.

La primera convocatoria está fijada para este próximo sábado en Ulia -los asistentes saldrán a las 10.00 horas de la casa de cultura de Okendo- y la segunda, para el sábado 5 de mayo en Lau Haizeta. En la actuación del sábado, los participantes se dedicarán a eliminar la mayor cantidad posible de estas plantas de la zona costera del monte Ulia.

Esta especie es originaria de China y también se conoce como Árbol de las Mariposas, porque su aroma llama a estos insectos, que revolotean a su alrededor. Se instaló entre nosotros hace unos diez años como flor ornamental, pero se ha hecho dueña de taludes, terrenos removidos, cunetas... y su presencia se hace familiar en cualquier lugar. Su crecimiento es rápido y sus arbustos pueden llegar a alcanzar una altura de tres metros.

Actuar ahora

Porque no hay flor

Según explica Eguzki, las semillas se dispersan por el aire con mucha facilidad, por la acción de los vehículos a motor y los trenes. Este es uno de los motivos que ha llevado al colectivo ecologista a convocar ahora las dos jornadas de trabajo colectivo para tratar de erradicar estos ejemplares, ya que todavía no han florecido y, por lo tanto, no tienen semillas para dispersar por el aire.

Con estas jornadas de auzolan, la entidad pretende también que la ciudadanía y las instituciones públicas se conciencien sobre el peligro de las plantas colonizadoras como esta Buddleja, el carrizo -también llamado plumero de la Pampa- o la Fallopia Japonica, entre otras. "Hemos escogido la Buddleja -explica Eguzki- porque posiblemente sea la planta invasora que mayor cantidad de terrenos ha colonizado en Donostia y Gipuzkoa".

La invasión de esta planta no se ha producido de manera accidental, añade, "sino que es fruto de la gran cantidad de obras que se están llevado a cabo" en el territorio, que favorecen su desarrollo porque esta planta aprovecha para instalarse en los terrenos que han sido removidos. Por ello, es muy frecuente en los márgenes de las carreteras, polígonos industriales y trazados de ferrocarril.

Para animar a los donostiarras a participar en la labor convocada para el próximo sábado, así como en la que tendrá lugar en mayo, Eguzki anuncia que una vez terminada la tarea ofrecerá un "sencillo hamaiketako".

El trabajo que llevarán a cabo quienes tomen parte en la iniciativa consistirá en cortar estas plantas y arrancar sus raíces, ya que esta es la única manera de que no se vuelvan a reproducir.

plumero de la pampa

Por medios químicos

Hace algunos años, instituciones como el Ayuntamiento de Donostia, con la colaboración de una entidad financiera, también iniciaron una lucha contra otra especie invasora, en este caso el Plumero de la Pampa (Cortaderia selloana), que se llevó a cabo por métodos químicos y que "está dando algún rendimiento", según Eguzki.

La iniciativa dio comienzo en 2008 y el entonces concejal de Medio Ambiente, el socialista Denis Itxaso, calificó la extensión de los penachos de color crema por la capital guipuzcoana como una "amenaza a la biodiversidad". Por ello, el Consistorio pidió a los propietarios de terrenos que albergasen estas llamativas plantas que las eliminasen para contribuir a la campaña iniciada por el Ayuntamiento.

Al igual que la Buddleja, el Plumero de la Pampa tiene una abundante producción de semilla que se dispersa por vía aérea a gran velocidad. En el caso donostiarra, los llamativos penachos se extendieron por numerosas zonas de Riberas de Loiola, Loiola, Martutene, Bidebieta y la Parte Vieja y, aunque algunos han sido eliminados por medio químicos, su presencia sigue vigente.