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Eterno retorno

el pleno municipal que comenzó el miércoles a mediodía duró 12 horas y 30 minutos

algunas sociedades de la Antigüedad creían que el tiempo se regeneraba. Pensaban que esto que usted está leyendo se repetiría en un futuro lejano de manera infinita. A ese pensamiento le llamaron el eterno retorno, y no es algo tan ajeno como se podría pensar. Los asistentes a los plenos del Ayuntamiento de Donostia pueden llegar a percibir un constante deja vú, de debates que comienzan cuando aún es de día pero se alargan más allá de la medianoche.

Cuando Bildu llegó al Gobierno de Donostia decidió que los debates debían iniciarse a media tarde para fomentar la asistencia de la ciudadanía y acercarles la política. No obstante, por sesión han acudido de media entre 15 y 20 personas, la mayoría personal de apoyo de los grupos. El Ejecutivo de la ciudad rectificó y el último Pleno comenzó el pasado miércoles a las 13.00 horas. Pero las cosas no fueron a mejor.

El plenario duró doce horas y media, y finalizó a las 1.30 horas de la madrugada de ayer. Y lo hizo de una manera muy curiosa: el último asunto tratado fue una moción popular sobre el horario de finalización de los plenos municipales.

El concejal del PP Iñigo Arcauz dejó a un lado su desparpajo habitual, quiso ponerse serio y defendió que los debates no deberían alargarse más allá de las 20.00 horas. En este sentido, hizo una "súplica" para que a partir de ahora el comienzo del debate se calcule en función del limite marcado.

Tanto el PSE-EE como el PNV inicialmente iban a votar en contra de esta moción dado que no les agradaba la idea de poner un límite máximo al debate. Se mostraron más proclives a programar los plenos por la mañana. No obstante, habiendo comprobado cómo aún adelantando el debate, la duración de éste sigue aumentando, socialistas y jeltzales cambiaron su voto. Eso sí, pidieron al PP que fuese flexible con su propuesta de tiempo máximo, con lo que los populares se mostraron de acuerdo.

El edil del PSE-EE Ernesto Gasco expuso que "la experiencia de estos seis meses" ha demostrado que colocar los plenarios por la tarde no suscita interés en la ciudadanía. Por su parte, el portavoz del PNV, Eneko Goia, expuso que su formación no es partidaria de que el alcalde "trate de limitar" el número de iniciativas que se presentan.

Después de que la oposición votase a favor en bloque -Bildu se abstuvo-, el alcalde, Juan Karlos Izagirre, visiblemente sorprendido por el resultado de la votación, expuso que en la junta de portavoces del martes se propuso establecer una hora máxima, a lo que la oposición, según Izagirre, se negó. "Todos debemos reflexionar", indicó el regidor.

Sea como fuere, y pese a que la moción salió adelante, nada garantiza que el Gobierno programe los plenos por la mañana. Es posible que Donostia vuelva a encontrarse pronto con un Pleno que dure 24 horas, como el que vivió el Gobierno de Xabier Albistur. Y así hasta el infinito.