Donostia. El Ayuntamiento de Donostia ha remitido cartas a los vecinos de Loiola para saber si existe una demanda real para adquirir plazas en el estacionamiento proyectado bajo la travesía de Loiola. Este proyecto, estudiado a lo largo de la pasada legislatura, quedó aparcado hasta que la carretera que une la rotonda de Riberas de Loiola con el puente de los cuarteles, actualmente de titularidad foral, pase a manos del Ayuntamiento, algo que será "inminente".
En su misiva a los vecinos, el Consistorio recuerda los planes para crear un estacionamiento bajo la travesía de Loiola y explica las condiciones previstas en la actualidad, algo diferentes a las previstas en 2008. En primer lugar, el subterráneo previsto ahora tendría una única planta de aparcamientos, con 105 plazas abiertas, y no 170 como se barajó en el pasado.
Por ello, "a sabiendas de la problemática del barrio", el Ayuntamiento plantea la construcción de parte de las plazas vinculadas a trasteros. Así, el precio para los estacionamientos sueltos sería de 18.000 euros, mientras que el de aquellos que se vendiesen en compañía de un trastero sería de 24.000 euros. En este caso, al igual que en el resto de estacionamientos municipales, no sería una venta en propiedad sino una concesión administrativa para 50 años.
La carta del Consistorio explica a los vecinos que necesita saber el número real de personas interesadas en adquirir una de estas plazas de estacionamiento para tomar una decisión sobre la ejecución del proyecto. En otras zonas de la ciudad, como Gaiztarro en Bidebieta, el proyecto de construcción de un aparcamiento subterráneo cayó en el olvido cuando el Ayuntamiento sondeó a la población y comprobó que no eran suficientes las personas dispuestas a pagar la cantidad requerida.
La misiva añade que si prosperara la propuesta, el Ayuntamiento se dirigirá personalmente a cada interesado para que formalice la preinscripción y explicarle todo el proceso.
Según explica el Consistorio, la nueva superficie de la travesía de Loiola no solo tendrá espacios para los coches sino, también, itinerarios "peatonales adecuados y seguros", así como espacios para bicicletas.
En 2008, el Ayuntamiento informó de que el proyecto para crear un estacionamiento subterráneo para vecinos en Loiola quedaba retrasado a la espera de que la carretera pasara a manos municipales. Entonces, el Consistorio iniciaría la reforma de este vial rápido y lo convertiría en un espacio con anchas aceras y una mediana de 1,5 metros con el fin de tranquilizar el tráfico. El coste de la operación que se calculó hace tres años ascendía a 4,4 millones de euros.