Donostia. El Gobierno municipal de Bildu y el grupo del PP en el Ayuntamiento de Donostia han acordado dar marcha atrás en las decisiones pasadas e iniciar nuevos trámites para que la futura estación de autobuses de Donostia se construya finalmente en Riberas de Loiola, como se decidió en el año 2000, y no en Atotxa como se aprobó en 2007. Así lo anunció ayer el portavoz del PP, Ramón Gómez, que dio cuenta del primer acuerdo municipal entre la coalición abertzale y su formación política, inédito hasta el momento.
Según las explicaciones de Gómez, que recordó que llevaba en su programa electoral la apuesta por Riberas de Loiola, se les "encendió la bombilla" cuando escucharon al alcalde, Juan Karlos Izagirre, abogar por la parcela situada cerca de la iglesia de Moneo para acoger esta infraestructura. Según el nuevo plan, la estación de autobuses estaría junto a un apeadero para el TAV, de modo que los viajeros con destino a los autobuses pudieran conectarse en Riberas, donde también está contemplado un intercambiador para Cercanías y para Euskotren. La parada del TAV la ejecutaría Fomento, si el PP gana las próximas elecciones, dijo Gómez, al igual que la nueva estación de Atotxa.
El solar de Riberas de Loiola, seleccionado en el año 2000 por el Ayuntamiento, tras una dura pugna con la Diputación, es propiedad del Gobierno Vasco, y permite crear una estación subterránea con las oficinas del Ejecutivo vasco sobre rasante.
negociar Según el plan que debe negociarse con el Ejecutivo autónomo, éste cedería el subsuelo para la estación de autobuses. La parada, además, sería más económica para adecuarse a los tiempos de crisis y se estudiaría crear una conexión por carretera con la Variante en el punto donde se halla ahora el aparcamiento disuasorio cercano a Riberas.
El mismo Gobierno de Odón Elorza, que defendió la ubicación de Riberas de Loiola, la descartó posteriormente, y abogó por Atotxa, cuando se supo que el Tren de Alta Velocidad (TAV) podría llegar hasta el centro de la ciudad. La Diputación, a pesar de sus preferencias por Riberas, acabó por acordar que cofinanciaría la estación y su construcción se encargó finalmente el pasado mes de abril. Por ello, el acuerdo Bildu-PP requiere negociar con los adjudicatarios de la obra para evitar tener que pagar los cerca de 600.000 euros de indemnización que podría conllevar la suspensión del trabajo.
ocultación Ayer, Gómez acusó al anterior alcalde, Odón Elorza, de haber ocultado informes que desaconsejaban la elección de Atotxa para albergar la estación de autobuses conectada con los trenes de Renfe y el TAV. Según explicó el portavoz popular, los estudios de la Diputación y del Gobierno Vasco planteaban dudas sobre la capacidad de absorción del flujo de autobuses, unos 400 al día, en horas punta en la zona, así como la dificultad para ampliar las frecuencias de las líneas, lo que obligaría a mantener siempre un espacio destinado a los autobuses en la actual plaza de Pío XII, según dijo Gómez.
Por otra parte, el portavoz del PP también aseguró que el Ejecutivo dirigido por Elorza no llevó a cabo el preceptivo informe de impacto ambiental para la estación de Atotxa, porque hubiera necesitado de seis meses y, entonces, la adjudicación de la obra no hubiera podido hacerse antes de las elecciones, según dijo Gómez.
El edil popular manifestó que su apoyo a Bildu para cambiar la ubicación está condicionado a que la obra pueda ser realidad para 2016 (algo que también ha prometido Izagirre) en los últimos tiempos, y a que la Diputación suprima el vial de Carlos I (ya acordado bajo el mandato del jeltzale Markel Olano).
todos contentos Por otra parte, y mientras el PP se mostró feliz por el acuerdo y dijo que Bildu se había unido a su propuesta electoral, el actual gobierno también se felicitó por el apoyo del PP a su iniciativa. El concejal de Movilidad, Jon Albizu, dio "la bienvenida" a la posición del PP, que votó recientemente a favor de construir ya la estación en Atotxa junto al PNV y el PSE-EE. Albizu agregó que, tras el acuerdo alcanzado, "comienza un duro trabajo con el resto de instituciones".
Sobre el coste económico del nuevo cambio de rumbo del Ayuntamiento respecto a la estación, Albizu señaló que el asunto está siendo estudiado jurídicamente y añadió que es posible "que no cueste nada", si se demuestra que el cambio responde al interés general de la ciudadanía donostiarra.
El nuevo cambio de ubicación para la estación fue muy comentado ayer en las redes sociales, como Facebook, donde el concejal socialista Enrique Ramos se dirigió a los vecinos del barrio para criticar la decisión y advertir de un aumento de tráfico en la zona.