Donostia. El arquitecto Rafael Moneo asistió ayer a la inauguración de la exposición sobre la construcción de la nueva iglesia ubicada en el Riberas de Loiola, proyectada por él, y que quedó consagrada y abierta al público el pasado mes de junio. Junto al arquitecto navarro, autor del Kursaal, estuvieron presentes el alcalde de la ciudad, Juan Karlos Izagirre, el director del Museum Cemento Rezola, Antonio Nolasco, y el presidente de honor de la empresa, José María Echarri.

La muestra explica los detalles de la construcción del templo de Riberas de Loiola mediante fotografías, planos y maquetas. Se da la circunstancia de que el edificio, de color blanco, está dotado en sus fachadas exteriores de un revestimiento especial autolimpiante y descontaminante que, según dijeron los responsables de Rezola, permite reducir los niveles de polución en los alrededores del barrio de Riberas de Loiola.

Echarri explicó que el mortero especial, denominado Capafina Tx Aria, hace desaparecer la contaminación emitida por 60.000 coches al año, es decir, 3.280 al día, aplicado sobre unos 10.500 metros cuadrados, la superficie exterior que tiene la iglesia Iesu de Riberas de Loiola.

"IMAGEN OSCURA" El portavoz de Cementos Rezola aseguró que, para su empresa, es "una prioridad estratégica la racionalización de los recursos naturales" y añadió que "el hormigón, lejos de su imagen oscura, se utiliza ahora para hacer edificaciones de última tendencia, como es este último proyecto que ha llevado a cabo Rafael Moneo en San Sebastián".

La muestra que detalla la construcción de la iglesia de Riberas de Loiola supone el punto final del programa de actos de conmemoración del décimo aniversario del Museum Cemento Rezola, un centro cultural que, a partir de ahora, cambiará de rumbo y ofrecerá distintas disciplinas artísticas de Gipuzkoa entre sus paredes.