donostia. Todo el mundo sabe dónde comprar un ordenador de mesa, un portátil o una consola de videojuegos. Lo que no todos saben es dónde llevarlos a arreglar cuando la garantía no lo cubre los daños. Y entonces, llegó Eric al barrio donostiarra de Gros. En el número 1 de la calle San Francisco, el informático acaba de reparar una Nintendo DS que, supuestamente, no tenía solución. Y, tan solo, por 65 euros. Mientras lo hace, aprovecha para dar una lección de consumo a quien quiera oírle siempre con la guitarra a su lado.

Habla muy bien castellano, ¿hace mucho que vino a Donostia?

Vine en 2004 y vivo en Egia. Di clases de francés en una academia y, para poder explicar algunas cosas a los alumnos, di clase de castellano durante un mes. Pero todavía tengo que pensar si es subjuntivo, imperativo, pretérito imperfecto...

Pero la República de Benin (África occidental) queda muy lejos, ¿cómo oyó hablar de Donostia?

Porque Irati (mi mujer) es de aquí, vasca vasca. Nos conocimos en otro país: me fui a Ghana, por un concierto, y me quedé a vivir allí cuatro o cinco años. Nos conocimos por la música y, después de vivir conmigo seis meses, ella volvió a casa y decidimos vivir aquí.

Entonces, hablará infinidad de idiomas.

Castellano estoy aprendiendo. También sé francés e inglés -hablo así con mi mujer-. Hablar no, pero entender, entiendo casi ocho idiomas.

¿Y su niño?

Jon sabe bastante euskera. Tiene tres años y va a la ikastola Zurriola. Yo le hablo en francés, pero su madre estudió filología vasca y siempre le habla en euskera. Yo también algo he aprendido, pero sobre todo le entiendo por los gestos. El resto son idiomas africanos. Porque he vivido en diferentes países y, solo en Ghana, a parte del inglés, existen más de 50 idiomas diferentes, además de los dialectos.

Cambió la enseñanza por los ordenadores. ¿Vocación?

A mí me gustaría vivir de la música, porque la música es parte de mí. Toco jazz con la guitarra. Y también pinto cuadros. Cuando estoy cansado de la informática cierro la puerta y me pongo a ello. Pero es complicadísimo vivir del arte, y menos teniendo una familia, teniendo una responsabilidad. Hay que compaginar.

¿Tiene grupo?

Antes sí. Ahora estoy buscando uno. Me gustaría encontrar un bajista y un batería, para hacer un trío o un cuarteto.

¿Cómo decidió abrir la tienda en Gros?

Fue mi mujer. Yo quería cogerlo en Egia y cuando solo faltaba un día para firmar el contrato, ella vio este. Ahora me gusta mucho el sitio, porque está en el centro y hay mucha gente.

Y aquí, ¿qué objetos arregla?

Arreglo portátiles, ordenadores de mesa, Macintosh, Consolas, Nintendos, PSPs, Xbos... También hago programas para cualquier persona que quiera, o aplicaciones para su página web.

Debe tener mucho trabajo.

Sí. Las programaciones que he hecho se pueden contar con una mano, pero reparaciones... es que, hoy en día, en todas las casas hay un ordenador.

¿Cuánto tiempo necesita para ello?

Un día, una semana... depende del tipo de avería. A veces se queda ahí un mes, porque depende de que llegue la pieza.

¿Cuántas carreras hay que estudiar para saber hacer todo eso?

He estudiado Física Química, pero, todo está relacionado. Los programas son todo fórmulas matemáticas. Siempre me ha gustado la novedad y, si algo te gusta, haces lo que sea.

Es que cada vez duran menos. ¿Es por su complejidad electrónica?

Dicen que eso es del sistema, que está hecho para que falle. Puede ser. Además, en las tiendas no se suelen dedicar a arreglar estas cosas. Entiendo que nadie quiera perder el tiempo arreglando cosas como un portátil, que es complicado.

Eso se llama obsolescencia programada.

Pasa en todos los lados: el frigorífico, la lavadora... pero es una pena que te digan que un ordenador no tiene reparación estando en perfecto estado, sólo porque el sistema quiere vender y vender.

También tendremos parte de culpa.

Claro. La gente me pregunta qué marca es mejor. Y lo que hay que hacer es mirar cómo usamos la máquina. Si respetamos las normas, si tenemos el portátil encendido todo el rato, si lo apagamos para dormir...

Será que cada día cuidamos menos las cosas, porque somos más consumistas.

Es el sistema, que está hecho para consumir. Hay muchas cosas en el mercado, solo que tenemos que pensar bien y decidir.

Pues usted les está plantando cara a las grandes multinacionales.

Lo intento, pero yo soy uno de entre 1.000. Por eso, yo trato de recoger lo que la gente tira a la basura. Para eso, tengo un programa en mi página web (www.f8pc.com) para comprar lo que la gente no quiere. Compro portátiles, Macs, lo que sea, para rehusar. Porque siempre se pueden aprovechar piezas.

Su mujer tiene que estar encantada con usted: arreglará el mando, la tele, el radiocasete...

Hace poco se nos estropeo el frigorífico y llamamos a un técnico. Yo el frigorífico no toco, a mi me gustan los ordenadores.