La nueva estación de Renfe en el barrio de Intxaurrondo estará lista en pocas semanas
se han cubierto 175 metros de las vías que separaban txaparrene y zubiaurre Han mantenido y restaurado el arco del puente de hace 200 años, dado su valor arquitectónico
Donostia. La nueva estación de Renfe en Intxaurrondo está a punto de abrir sus puertas. Pocas semanas faltan para la puesta en funcionamiento de la nueva infraestructura y los obreros trabajan a destajo para finalizar los trabajos cuanto antes.
Entre las obras para desdoblar la vía del Topo y construir una nueva estación en la parte alta del barrio, la instalación de rampas mecánicas en la calle Lizardi, las obras del Centro Cívico y la futura parada de Renfe en el paseo Zubiaurre, Intxaurrondo está inmerso en grandes obras desde hace meses.
Pero esta última construcción está cerca de finalizar. La edificación de la nueva estación comenzó el 1 de diciembre de 2009 e incluía el recubrimiento de 175 metros de vías que hasta el momento dividían Intxaurrondo Zaharra en dos. A día de hoy, después de una inversión de 9,1 millones de euros a cargo de Adif, los trabajadores ultiman detalles, como acabar de colocar las cubiertas y el mobiliario o poner remaches en baños, ascensores y vidrios.
"Se ha intentado acotar los plazos, que eran de 17 meses", explica el jefe de obra. Añade que las tareas en las que resultaba imprescindible cortar la luz se han realizado por la noche para evitar, así, cualquier tipo de problema durante las horas de servicio de Renfe. También afirma que se ha hecho lo imposible por tratar de disminuir esos "trabajos nocturnos y no molestar a los vecinos".
La estación ya tiene colocadas las máquinas para sacar los tiques, las de cobro y la ventanilla de atención al cliente, todo situado al nivel del suelo. En su interior, cuenta con una especie de patio inglés, aislado con vidrios, y con dos ascensores situados a cada lado, para dar servicio tanto al andén izquierdo como al derecho, situados bajo la estación.
La parada está ubicada sobre el antiguo arco del puente, "que tiene unos 200 años", explica el jefe de obra. De ahí que, por "su gran valor arquitectónico", hayan decidido mantenerlo y destacarlo, combinándolo con materiales como el corten, un tipo de acero de apariencia oxidada.
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