El haltza de los altzatarras
la iniciativa Altza Gara planta un árbol frente al viejo ayuntamiento y celebra su día grande con música y juegos
EL domingo Altza se vistió de fiesta para celebrar su gran día. Aquel en el que sus vecinos salieron a la calle orgullosos de pertenecer al barrio. El día de los altzatarras congregó a todo un gentío: jóvenes y mayores comieron, bebieron y cantaron en nombre de su pueblo.
"Fue un éxito: vino un montón de gente y el acto fue muy bonito", afirma rotundamente Iosu Urrexola, uno de los miembros de Altza Gara, la iniciativa que pretende reivindicar la identidad del pueblo altzatarra. Urrexola asegura que "todos disfrutaron mucho" y que están "muy contentos con el resultado".
Todo empezó sobre las 11.00 horas, cuando cinco cuadrillas de veinteañeros lucharon por proclamarse vencedores en las pruebas de deporte rural. "Los grupos estaban formados por unos siete u ocho chavales e hicieron de todo: carreras, recogieron manzanas...", narra Urrexola.
El vertiginoso e intenso programa continuó con la simbólica plantación de un árbol, frente al antiguo ayuntamiento. No eligieron cualquier especie, sino que recurrieron a un aliso (haltza en euskera), con quien comparten nombre. Fue transplantado en un acto "muy emotivo y ante un grupo de unas 300 personas". La ceremonia continuó con los bertsos de Sebastian Lizaso, que no quiso perder la oportunidad de participar en la fiesta altzatarra. El coro de la zona se encargó de amenizar la hora del aperitivo con unas breves melodías y, acto seguido, se presentó el single de la jornada: Lortuko duguAltza, una melodía creada expresamente para la ocasión por el grupo Harrika del barrio.
divulgar el pasado
"Liburu ibiltaria"
En las inmediaciones del frontón tuvo lugar la comida popular posterior y el cantautor Imanol Carballo alargó la sobremesa hasta bien entrada la tarde.
Además de la fiesta de ayer, la iniciativa Altza Gara está desarrollando el proyecto Liburu ibiltaria, con el objetivo de dar a conocer la verdadera historia de Altza. El libro es un ejemplar de grandes dimensiones y tapas de madera, que en su interior contiene un cuento donde se narran los vaivenes del barrio desde que perdiera su independencia con respecto a Donostia, prescindiendo, así, de su título de villa. Además, en su interior pueden encontrarse varias hojas en las que los vecinos de la villa están estampando sus firmas en apoyo a la independencia de Altza. Según declara Urrexola, "ya tendrá unos 500 nombres".
a la venta
Libro de bolsillo
El libro está viajando por diferentes zonas de Donostia que, a pesar de constituir hoy parte de la capital, en su día pertenecieron al territorio municipal de Altza. "Hasta ahora ha estado en la ikastola Herri Ametsa, el domingo estuvo en la fiesta y ahora va a Martutene", explica el miembro de Altza Gara al tiempo que agrega que ahora, además, se puede comprar un libreto con la misma narración: "Cuesta dos euros y se puede encontrar en la librería Peñuelo, en el bar Harri Berri, en el Jaupen y en el Nido".