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El ascensor de Azkuene comienza a funcionar hoy tras ocho meses de obras

dará servicio a más de 1.500 vecinos del entorno Salvará un desnivel de 20 metros que separa la calle Azkuene de Juan Carlos Guerra y Gomistegi

El ascensor de Azkuene comienza a funcionar hoy tras ocho meses de obrasFoto: gorka estrada

donostia. Después de ocho meses largos e intensos trabajos, el ascensor de Azkuene comenzará hoy a "funcionar con normalidad", según anunció ayer la concejala de Obras y Proyectos del Ayuntamiento de Donostia, Duñike Agirrezabalaga.

El proyecto, que ha tenido un coste aproximado de un millón de euros y dará servicio a un total 1.550 personas, permite salvar un desnivel de 20 metros y 102 escalones, que los vecinos debían superar cada día para poder acceder desde Azkuene -vía compartida por Trintxerpe y Donostia- a Juan Carlos Guerra y Gomistegi, en Bidebieta.

La entrada al elevador se ubica entre los portales 15 y 17 de la calle Azkuene y dispone de dos paradas, la primera a seis metros y la segunda a 17, que permiten las conexiones con las citadas calles de con Juan Carlos Guerra y Gomistegi. Asimismo, tiene capacidad para ocho personas.

Agirrezabalaga destacó a través de una nota pública que se trata de "otra de las actuaciones que el Ayuntamiento ha puesto en marcha para mejorar la calidad de vida de los donostiarras que habitan en los lugares con problemas de accesibilidad".

A este respecto, además, mencionó que en la ciudad, en la actualidad, funcionan "con un importante nivel de utilización distintas rampas, escaleras mecánicas y ascensores, como las de San Roque, Martín Santos, Altza o Federico García Lorca" y a las que "en breve" se les unirán las rampas de Lizardi en Intxaurrondo.

molestias La edil de Obras y Proyectos pidió "disculpas" por las molestias generadas a los vecinos y reiteró que "han intentado paliar la repercusión negativa" de los trabajos "en los comercios que quedaban ocultos por el vallado", para lo que se mejoró "la señalización".

De todas formas, los peatones han sido quienes más han padecido los trabajos. Y es que, después de que, con motivo de la construcción del elevador, el pasado enero desapareciera el centenar de escalones que conectaban Azkuene y Bidebieta, debían superar a pie más de 130 peldaños colocados de forma provisional que partían desde el edificio de la sala Mogambo.