Donostia. Recientemente ha publicado un disco llamado 'RockyRoll Star. 30 años', que resume toda una carrera. ¿Qué se encuentra en su interior? Este trabajo no se puede considerar un mero disco. Es una colección de seis discos y tres DVD, por lo que es mucho más que eso. Con este tipo de trabajos se pretende repasar toda una trayectoria y, para ello, tiene que haber un trabajo acumulado, si no, sería imposible.

¿Este recopilatorio marca el final de una etapa de su vida?, o ¿hay planes más allá? No, todavía no ha terminado nada. Tengo planes para el futuro como por ejemplo, la edición de un nuevo disco para finales de año. Será mi tercer álbum basado en la poesía contemporánea. Y al margen de esto, estoy también a la espera de poder hacer una gira junto a Enrique Bunbury, Andrés Calamaro y Jaime Urrutia, de la que se ha hablado mucho. De momento no se ha podido llevar a cabo, pero estamos en ello. Otro de los planes previstos es, una vez terminada la gira estatal, cruzar el charco para continuarla en Latinoamérica.

Está bastante extendido el tópico de que en el rock está todo inventado. ¿Es de los que comparte esa opinión? No, en absoluto. El rock es algo que se retroalimenta. Todas las músicas cogen prestado del rock aspectos de la estética, de los escenarios... Además, ahora, hasta los políticos son estrellas del rock, incluso los deportistas. Todo el mundo quiere ser una estrella del rock, porque tocar en una banda de rock es lo mejor que te puede pasar en la vida. Por eso, esta música se retroalimenta de todo lo que le rodea. De todas formas, yo pienso que el rockyroll es algo muy vital, es una forma de vida, una actitud, algo alejado de un simple entretenimiento.

Nació en Barcelona pero reside en Donostia. ¿Considera que toca en casa? Sí, completamente. Yo soy de donde está mi familia y mi familia es de aquí. Es verdad que soy barcelonés de nacimiento pero, cuando alguien es de allí es desarraigado de entrada y, yo lo soy también de manera vocacional. Por eso yo me siento en casa en el lugar donde están mi familia y mis amigos. De todas formas, alguien que toca en una banda de rock o pretende hacerlo, lo primero que debe hacer es irse de casa, conocer mundo y alimentarse de lo que se va encontrado por ahí.

Hacía tiempo que no se le veía actuar en los escenarios de la Semana Grande. Sí, ya llevaba diez años sin tocar en estas fiestas y realmente tengo muchas ganas. Actuar en el sitio que vives siempre es lo más agradable y especial, porque lo haces delante de tu familia, de los amigos... y, además aquí es donde produzco mi música, donde he escrito mi última novela y donde hago mi vida. Aun y todo, por la provincia sí que he tocado en los últimos años, pero en un escenario tan importante como el de Sagüés hacía mucho que no, y realmente me apetece mucho. Además, en mi banda, dos de los músicos son donostiarras, por lo que más en casa no se puede estar.