Donostia. El Ayuntamiento ultima los trabajos de adecuación del entorno del edificio Basollua, completamente rehabilitado, para convertirlo en un merendero. Los jardineros trabajan estos días en el entorno del inmueble y, sobre todo, en la explanada que se extiende delante de él y frente al mar, que acogía la práctica del Tiro Pichón y se convertirá en un espacio verde con césped y mesas.
El Consistorio está invirtiendo en la adecuación y limpieza de los caminos y del entorno tanto del renovado albergue juvenil como del citado edificio Basollua, un poco más arriba, casi 900.000 euros procedentes del Plan E del Gobierno de Madrid. Con el inmueble ya reformado, sólo queda la adaptación del exterior para poder disfrutar del nuevo merendero, con unas impresionantes vistas sobre el mar.
La rehabilitación del edificio Basollua, de 240 metros cuadrados, se ejecutó el año pasado, y estaba previsto que abriera sus puertas en otoño de 2009 aunque, de momento, las instalaciones siguen con la persiana echada. El alcalde de la ciudad, Odón Elorza, llegó a plantear la posibilidad de que Basollua fuera un espacio diferente y contara con la participación de grandes cocineros, aunque no parece que esta idea vaya a plasmarse.
Así, mientras se adjudica la explotación del bar-merendero, tanto el interior, de 103 metros cuadrados, como el exterior esperan completamente reformados. En esos trabajos de recuperación se ha conservado la estructura original y sólo se han modificado algunos detalles que habían sido dañados con el tiempo. La plataforma sobre la que se levanta también ha sido embaldosada y sólo falta acondicionar la gran explanada que tiene frente a sí con nuevas mesas.
Se sumarán a las que ya existen en el entorno, en zonas rodeadas por árboles y setos que son ya frecuentadas por decenas de donostiarras, principalmente, en la temporada estival. Con los trabajos de jardinería que se llevan a cabo estos días, todo el entorno se acondicionará para cuando, una vez abierto el merendero, el público se multiplique.
100 años El edificio Basollua data de 1909 y fue un parque que, más adelante, se destinó a la práctica de tiro al plato. Recientemente, la instalación estaba prácticamente en un estado de abandono, por lo que el Ayuntamiento decidió, en el marco de regenerar todo el entorno del parque de Ulia, rehabilitarlo y abrirlo al público como un espacio de ocio.