Emblema convertido en souvenir
La barandilla de La Concha es uno de los recuerdos más reclamados por los turistas Joyerías, comercios turísticos y tiendas de arte reproducen este icono en miles de figuras, llaveros, mecheros y cuadros
Donostia. Joyeros, dependientes de tiendas de souvenirs y responsables de tiendas de arte de Donostia coinciden en que la barandilla de La Concha es uno de los recuerdos más reclamados por los turistas. Puede ser en forma de llavero, mechero, colgante, imán, figura decorativa, camiseta o acuarela. Pero sea en el formato en el que sea, la baranda a la que dio vida Alday continúa siendo un atractivo innegable para los visitantes.
"Solemos vender muchos llaveros e imanes con la barandilla, sobre todo entre los turistas españoles porque es posible que la identifiquen antes que la gente de otros países", comenta Cintia Guzmán, de la tienda de recuerdos Rumi.
Este comercio de la calle Mayor ofrece diferentes productos que recrean la barandilla, pero uno de los más demandados es, sin duda, la figura decorativa, que puede adquirirse en dos tamaños; una pequeña, a 11,90 y una mayor, a 14,90 euros.
Las tres joyerías Ayestarán de la Parte Vieja también están repletas de reproducciones de la baranda de La Concha. "Las tenemos en colgantes, figuras, vasos, platos, cubertería...", explica Javier Ayestarán, responsable del local de la calle Narrika.
El joyero informa de que aparte de la barandilla, "la farola de los relojes y el típico banco de La Concha", son los recuerdos típicos de la ciudad más reclamados en Donostia. Asegura que aparte de los turistas, "los donostiarras también compran mucho" estos productos "para tenerlos en casa, como regalo para los invitados de las bodas o para obsequiar a la gente que viene a los congresos".
En todos sus años de profesión, Ayestarán ha producido miles de piezas con la forma de la obra de Alday, "tantas como para dar tres vueltas al paseo de La Concha", bromea.
Algunas veces los clientes le informan de quién será el receptor del regalo, pero otras no, y suelen darse situaciones curiosas como la que vivió hace años, cuando le llamaron de Galicia preguntando qué representaba la figura. "Vieron que la pieza llevaba la marca de la joyería y llamaron porque no entendían qué era", rememora.
Isabel Chaguaceda y Milagros Mendizabal no tienen problemas para identificar esta barandilla que les "encanta". No en vano, la primera tiene en casa un colgante con esta figura y la segunda hizo enviar una acuarela con esta imagen a sus familiares de América.
Maite Almazán no lleva joyas con este motivo donostiarra, pero aclara que "eso no significa que no me guste, ni mucho menos". Y es que, según relata, "la barandilla es algo clásico de San Sebastián, algo muy nuestro, como si fuera de mi propia casa".
Javier Irazusta coincide con la mujer: "Uno de aquí no puede decir que no le gusta la barandilla porque es un icono de la ciudad". Por "el valor sentimental" y la "riqueza" de este elemento, Irazusta opina que "debería estar registrada para que no sea copiada por otras ciudades". Como anécdota, relata la "sorpresa" que se llevó al ver la barandilla de Alday ¡en la terraza de un hotel de Torremolinos!.
"Facebook" La barandilla de La Concha ha llegado a las nuevas tecnologías y lo ha hecho pisando fuerte, ya que 298 personas se han adherido al grupo de seguidores que se ha creado en la red social Facebook en torno a este icono donostiarra.
"La famosa barandilla de La Concha se sitúa en el paseo marítimo que bordea la bahía de Donostia-San Sebastián (Gipuzkoa). Diseñada e instalada en la década de 1910, es el símbolo más representativo de la ciudad", dice la introducción de este grupo, que cada vez tiene más seguidores.