El debate sobre los bidegorris que transcurren por la mitad de la calzada en las calles Segundo Izpizua, Bermingham, José Arana y Claudio Delgado de Gros sigue instalado entre los ciclistas del barrio. El jueves, el Consistorio anunció un nuevo impulso de la red de bidegorris, con la implantación de casi doce nuevos kilómetros de vías para ciclistas. Un alarde de movilidad sostenible y seguridad para las personas que circulan en bicicleta, cada vez más en una ciudad que apuesta por las dos ruedas. Sin embargo, en este marco, los bidegorris que atraviesan por la mitad vías abiertas al tráfico invitan a la reflexión.
La instauración progresiva de las nuevas áreas 30 a lo largo de 2010 y la reordenación que sufrirá el barrio cuando finalicen las obras del parking de la plaza de Cataluña son las armas con las que cuenta el Consistorio para hacer más seguras estas polémicas vías o, dado el caso, eliminarlas por completo. Estos peculiares bidegorris son considerados como "soluciones transitorias" en una zona que, en la actualidad, cuenta con escasas alternativas para conciliar el tráfico motorizado, de ciclistas y de peatones.
opiniones a favor y en contra
"Matapersonas" y práctica
En un reportaje publicado por este periódico el 3 de mayo, quedaba constancia de las opiniones que esta delgada vía roja -así se titulaba el reportaje- suscita: favorables y contrarias. Los hay desde los que lo califican como un matapersonas, hasta los que piensan que este espacio reivindica la presencia del ciclista en una zona en la que se le otorga tanta preferencia como al vehículo.
Estas vías, en la actualidad, quedan casi reservadas a los ciclistas más avezados. No es normal ver circular por ellas a padres y madres con sus pequeños. "Si quieres a tus hijos, no vas por ahí", contaba el vecino Enrique Senra en mayo. También es habitual ver a muchas personas bajarse de la bicicleta para cruzar estas vías e ir por las aceras. Sin embargo, para otros, ésta es una solución buena "para indicarte por dónde puedes conectar con el bidegorri de verdad".
Según el director de Movilidad, Gerardo Lertxundi, la creación de las nuevas áreas 30 afectará a algunos de estos bidegorris que en Gros transcurren por la mitad de la calzada. Algunas calles que acogen una vía ciclista de este tipo se convertirán en área 30, lo que supondrá el afianzamiento de ese bidegorri, que "cobrará más sentido al reducirse la velocidad de los vehículos".
Lertxundi considera estos bidegorris que transcurren por el centro de la calzada como "un primer paso". "Simplemente se han pintado, pero hay que darles más seguridad; hace falta definir más como zona 30 esos puntos. Eso se hizo en su momento así porque no había otra forma de colocar un bidegorri, pero no es el el objetivo. Creemos que hay que ganar ese espacio", dice.
vías de tráfico interno
La calle Zabaleta será "área 30"
Pero, ¿se puede considerar como un área 30 una calle en la que, simplemente, los vehículos motorizados no puedan superar la velocidad de 30 kilómetros por hora? "Es mucho más que eso. Habrá zonas en la que quede definido muy claro que los peatones tienen preferencia y se pretende también que las bicicletas puedan funcionar ahí. La calle Zabaleta, por ejemplo, es un ejemplo claro de área 30."
"Sí se pretende que los peatones puedan circular con mucha seguridad. Que el tráfico sea de menos intensidad y velocidad, primero de los peatones; y segundo, de las bicicletas. Olvidarnos de que es carretera, que sea una vía interna del barrio y que haya nuevas alternativas para los ciclistas".