eibar - El Eibar suma y sigue. El conjunto armero ha cogido definitivamente ritmo y suma cinco puntos en las tres últimas jornadas después del empate conseguido ayer en Ipurua contra el Betis (1-1). Fue un encuentro loco, con muchas alternativas y que pudo caer de cualquier lado, y que, como suele suceder en estos casos, acabó en una igualada muy valiosa para el conjunto armero. La zona baja de la clasificación apunta a apretarse en esta segunda vuelta y esta racha de tres jornadas sin conocer la derrota le viene de maravilla al cuadro guipuzcoano, que saca seis puntos a la zona de descenso.

Está encontrando su juego el Eibar en este inicio de la segunda vuelta liguera. Juegue mejor o peor, su estilo vuelve a ser reconocible y esa es la mejor noticia posible. Los hombres de Mendilibar aprietan en la salida del balón del rival, presionan a muerte en campo contrario, corren riesgos y crean peligro entrando por las bandas, aspectos básicos de su juego que durante muchas semanas este curso no pusieron en práctica. Apostó el técnico vizcaino ayer por un once prácticamente idéntico al de la semana pasada en Balaídos. Con Kike García aún de baja, Enrich volvió a ser el único punta, con Pedro León, Inui y Orellana a sus espaldas, mientras que Tejero se consolida en el lateral derecho. La novedad fue la entrada en el doble pivote de Pape Diop, un hombre de la máxima confianza del entrenador vizcaino.

El plan era claro: presionar al Betis e incomodar lo máximo posible su salida de balón, incluso si eso suponía apretar en el área contraria con los riesgos que conllevaba. Se adelantó el Betis con un golazo de Fekir en el minuto 7 al rematar con un gran disparo un córner lanzado por Canales. En el 13 una cabalgada de Álex Moreno -que no paró de subir y bajar por la banda izquierda- estuvo a punto de convertirse en el 0-2. Pero falló y en la siguiente jugada la presión del Eibar surtió efecto. Inui robó a Edgar y el bético cometió penalti sobre el japonés. Orellana no desaprovechó la oportunidad y al cuarto de hora de partido, por tanto, el marcador estaba equilibrado (1-1).

El empate dio alas al Eibar, que dominó hasta el final de la primera parte y encontró la manera de hacer daño al Betis gracias a sus entradas por banda, con Cote y Tejero doblando a Pedro León e Inui y sacando centros para Enrich y las llegadas de Orellana. El capitán tuvo una buena opción a pase de Cote, pero remató demasiado forzado. No es que el conjunto armero creara grandes oportunidades, pero daba la sensación de tener el control del choque. En la reanudación, sin embargo, el duelo enloqueció y las alternativas fueron constantes. En ese contexto -y pese a una buena ocasión desperdiciada entre Orellana y Pedro León, que no se entendieron en una oportunidad inmejorable- el Betis pareció superior y el encuentro cambió de signo.

Hubo alternativas, sí, pero las mejores ocasiones fueron para los verdiblancos. Fue entonces cuando surgió Dmitrovic para hacerse fuerte y echar el cierre a la portería. Solo pudo batirle Borja Iglesias en un tanto anulado por el VAR debido al fuera de juego del delantero. Porque en todas las demás ocasiones los atacantes béticos se toparon con el guardameta local, decisivo una vez más. Frenó a Iglesias en un par de ocasiones, en otra a Canales... mientras, en el otro lado del campo, Orellana estaba ya fundido y emergía Inui, aunque sin ser capaz de culminar con gol ninguna jugada. Dmitrovic detuvo un nuevo intento de Fekir y en la recta final Tello enloqueció un poco más el partido hasta el punto de crear dos ocasiones claras que no logró culminar. El 1-1, por tanto, no se movió y el Eibar sumó un punto que cabe calificar de positivo por el desarrollo del choque y porque le permite sumar por tercera jornada consecutiva, que no es poco.

1-1