Duración: 58:46 minutos de juego.

Saques: 3 de Altuna III (tantos 4, 8 y 14) y 4 de Elordi (tantos 6, 12, 13 y 15).

Faltas de saque: 1 de Altuna III y 2 de Elordi.

Pelotazos: 238

Tantos en juego: 13 de Altuna III y 6 de Elordi.

Errores: 6 de Altuna III y 4 de Elordi.

Marcador: 1-0, 4-1, 5-1, 9-2, 10-4, 11-4, 11-5, 12-7, 14-8, 15-10, 15-11, 16-13, 18-14, 19-17 y 22-17.

Botilleros: Ejercieron de botilleros Gorka Altuna (con su primo, Jokin) y Gontzal Urionabarrene-txea (con Elordi).

Incidencias: Partido correspondiente a la liguilla de los octavos de final del Cuatro y Medio de Primera disputado en el frontón Astelena de Eibar. Lleno. En el segundo partido, Irribarria-Rezusta ganaron a Olaizola II-Albisu (11-22). En el tercero, Darío venció a Larrazabal (22-11).

- El Astelena vivió una de esas tardes para recordar. Frontón lleno y un ambiente extraordinario correspondido por el buen juego de los protagonistas en la cancha. Como en los viejos y añorados tiempos, pero con nuevas caras en la lucha. Aitor Elordi olvidó el favoritismo que había puesto en Jokin Altuna y complicó mucho las cosas al vigente campeón. Disfrutar y dar guerra son las ideas del vizcaino. Los objetivos ya fueron cumplidos con creces al entrar en la liguilla de los cuartos de final y ahora, sin nada que perder, amenaza a todos los adversarios que se le cruzan por delante. El amezketarra sufrió mucho para sacar el partido adelante y en los últimos compases la igualdad siguió presente. Sin embargo, Altuna tiene ese toque de los campeones. Esa capacidad para elevar el nivel en los momentos críticos y adaptarse ante cualquier obstáculo. El delantero guipuzcoano apretó en el cara o cruz final y cerró el partido con un resultado de 22-17.

El encuentro fue una montaña rusa en las sensaciones. Los dos pelotaris vivieron de todo. Desde fases de sufrimiento a situaciones en las que dominaron claramente. Golpes en el marcador y mucha fe en el bando de Elordi. El manista vizcaino se vio contra la cuerdas y con un muro enorme delante como es un Altuna en estado de gracia. Pero no tiró la toalla. Se agarró al partido con uñas y dientes y esperó su oportunidad. Esa confianza le permitió engancharse al partido y solo la magia del amezketarra le dejó sin estrenar su casillero de victorias en la liguilla. En estos parciales también tuvo influencia el saque. El dueño del disparo inicial hizo mucho daño y restar en condiciones fue una tarea complicada para ambos pelotaris.

Con ese arma y una habilidad enorme para el saque remate, Altuna puso pies en polvorosa en la primera parte del partido. Elordi poco pudo hacer para contrarrestar con garantías los saques del amezketarra, que a la mínima oportunidad sacó a pasear el gancho. Así, el marcador se fue en un suspiro hasta el 9-1. Fue el despertador de Elordi. El vizcaino comenzó a sacar mejor y a meter una marcha más a su juego. Eso le hizo poner en serios problemas a su rival y poco a poco el abismo en el electrónico fue reduciéndose hasta llegar al 18-17.

En esa situación Altuna sacó todas sus armas. Elordi falló un gancho para igualar el partido y el amezketarra ya no perdonó. Primero realizó un dos paredes perfecto, en el que apuró los ángulos al máximo. A continuación, movió a la perfección para acabar con un tanto en el txoko y cerró el partido con un saque remate marca de la casa. Sin ofrecer segundas oportunidades a Elordi.