- Los Juegos Olímpicos de Tokio están a la vuelta de la esquina, ¿cómo está?

-Estoy bien, con muchas ganas de que lleguen. Es algo que llevo esperando toda la vida y este año se va a hacer realidad. Estoy con muchas ganas de que llegue el viernes -por mañana- y salir hacía allí. El jueves -por hoy- tengo que estar en Madrid, el viernes volamos y llegamos el sábado.

Así que se pierde la ceremonia inaugural...

-Sí. Es una pena. Es el recuerdo que tengo de los juegos de hace un montón de tiempo. Siempre me las he tragado. Me hubiese gustado estar en el desfile. Lucharé por estar en los Juegos Olímpicos de 2024 y que se dé todo de una manera normal y pueda estar.

¿Qué supone estar en unos Juegos Olímpicos?

-Un sueño hecho realidad. Es algo que llevo esperando desde que con 8 años empecé a hacer atletismo. Hasta hace poco era algo imposible, que no me planteaba. El año pasado empezó a ser un objetivo mucho más real. Este año he estado toda la temporada de invierno y de verano entre las 40 primeras, que somos las que vamos a participar en 100 metros vallas. Se ha convertido en un objetivo real y lo hemos conseguido.

En un año marcado por la pandemia, para Teresa Errandonea será muy especial, ¿no?

-Para mí ha sido bonito. Estábamos en medio de una pandemia, pero el virus nos ha respetado, no he tenido ningún problema, tampoco he tenido ningún caso cercano. No me ha tocado hacer cuarentena, nos vacunaron enseguida y el año ha ido bastante tranquilo. Ha sido un proceso súper bonito, lo he disfrutado mucho, me lo he pasado súper bien entrenando y compitiendo y he hecho marcas personales, así que estoy muy contenta.

¿Cuándo se dio cuenta de que ese sueño podía convertirse en una realidad?

-Ha sido todo un proceso. Al aire libre he competido muy bien, consiguiendo marcas personales. Encontrarte bien también te da mucha confianza y en cada competición como que lo iba viendo más cerca.

Pero hasta que no confirmaron la noticia de manera oficial, ¿muchos nervios?

-Sí. He estado entre las 40 primeras atletas de mi modalidad durante toda la temporada de verano, pero es verdad que una prueba de 100 metros vallas la puedes correr cuando quieras. Es un ranking que tenía mucho movimiento. Estaba nerviosa, espiando un poco qué estaban haciendo las atletas de Europa. Me he metido la 28ª, con bastante holgura. Estuvimos calculando y las ultimas competiciones, que fueron las mejores, si no las hubiera hecho, también me hubiera metido. Pero no queríamos dar nada por sentado y hasta el final hemos estado entre nerviosos y precavidos.

¿Cuál es su primer recuerdo de una Olimpiada?

-Me paro a pensar y me viene el primer recuerdo sentada en el sofá con mi aita, viendo la ceremonia de inauguración. No me acuerdo qué Juegos eran, pero tengo ese recuerdo. También cada vez que he visto Juegos Olímpicos en la televisión, decir: Ojalá pudiera estar ahí. Se va a hacer realidad, así que estoy súper contenta. Los recuerdos más cercanos son los de Rio. Me acuerdo de los 100 metros vallas, de la atleta española, que me llevo muy bien con ella, Caridad Jerez. Me acuerdo de estar en casa apoyándole mogollón. Y en estos Juegos voy a ser yo la que voy a estar ahí.

¿Qué objetivo persigue en Tokio?

-Quiero bajar de los trece segundos. Es una marca para la que valgo, pero que se me está atragantando porque no he pillado buenas carreras con buen clima. Ojalá que salga allí y pueda rematar la marca que no me ha salido. El objetivo era estar allí y romper la barrera de los trece segundos.

¿Lo ve factible?

-Sí. Creo que lo puedo conseguir; estoy muy regular en los trece segundos y me puede salir 12.90 si pillo una buena carrera.

¿Con quién le gustaría hacerse una foto?

-Me gustaría sacarme fotos con las estadounidenses que van, sobre todo con Kendra Harrison.

"Estar en los Juegos Olímpicos es un sueño hecho realidad. Es algo que llevo esperando desde los ocho años”