- La caza de la perdiz roja, junto a otras especies cinegéticas, será prohibida en España si sale adelante la pretensión europea de incluirla en el listado de aves amenazadas. Así lo denuncia la Real Federación Española de Caza (RFEC), que ya se ha movilizado para oponerse a esta medida basada en “informes parciales generados por intereses animalistas”.

La propuesta ha surgido del comité Nadeg, que realiza el seguimiento de las directivas europeas de aves y de hábitats. Un órgano consultivo “cuyos dictámenes son meramente informativos, no de obligado cumplimiento, pero que cuenta con el respaldo de muchos estados miembros”, señala José María Gallardo, vicepresidente de Relaciones Internacionales de la RFEC.

En una de sus últimas sesiones, el Nadeg ha puesto el foco en la perdiz roja como una de las especies a proteger y cuya caza debería suspenderse hasta que no se cuente con planes de recuperación. Pero ese dictamen “no tiene ni pies ni cabeza”, valora Gallardo, “ya que está realizado por personas que no tienen ni idea de la situación real del campo, que no han pisado una finca en su vida, ni conocen la realidad de la actividad cinegética. Es un absoluto sinsentido”.

Asimismo, asegura que el comité europeo se basa, exclusivamente, en informaciones de la Sociedad Española de Ornitología (SEO Birdlife) que muestran un declive del 40% de la especie desde 1998. Una cifra “que es falsa, pues solo realizan un seguimiento parcial que analiza tendencias poblacionales en territorios muy reducidos. Estos espacios siempre están ligados a las grandes zonas urbanas, lo que es absurdo, y nunca tienen en cuenta los terrenos privados que es donde se encuentran la mayoría de los ejemplares de las especies que citan”. Esta situación pone de manifiesto “la importancia de que los cazadores dispongamos de nuestros propios datos y de que participemos en el observatorio cinegético que se puso en marcha hace dos años”.

Vulnerabilidad SEO

Birdlife ya intentó en 2020 elevar el estatus de protección de esta ave como especie vulnerable, “y se encontraron con el rechazo de muchos científicos. Aunque no lograron su objetivo, sí consiguieron, a nuestro parecer injustamente, que la perdiz se catalogara como casi amenazada, que es el escalón previo y señala que se deben emprender las acciones oportunas”.

Para la RFEC, no es de recibo que se asuman “como si fuera palabra de Dios” todos los informes publicados por la entidad ornitológica “que es claramente anticaza y cuyas conclusiones son siempre demoledoras para la actividad cinegética”, añade Gallardo. “Pueden decir lo que les dé la gana sobre las tendencias de las aves en España y, con base en esos datos, la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), que es la entidad más prestigiosa del sector a nivel mundial, dice en qué situación de peligro se encuentra una especie”.

Además, la caza “no supone ningún riesgo para su conservación, cuyo verdadero peligro radica en la degradación de sus entornos”, destaca. “No es algo que digamos nosotros, sino que se refleja en numerosos documentos de la propia Comisión Europea (CE). En ellos se muestra que las aves ligadas a espacios agrarios están en regresión y la inversión que hacen los cazadores en su conservación y alimentación favorece un mayor éxito reproductivo, lo que se refleja en que se encuentren en una mejor situación que otras especies no cinegéticas”.

Criterio “irreal”

Tras conocer la propuesta del Nadeg, la RFEC realizó un informe de rechazo que fue remitido a las Comunidades Autónomas, a la Federación Europea de Asociaciones de Caza y al Gobierno español, donde expresaba su repulsa y solicitaba el apoyo estatal ante Europa.

“La CE ha iniciado el mismo modus operandi que realizó con la tórtola en 2016”, describe Gallardo. “Es un proceso similar al de estos últimos cinco años llenos de litigios, documentación y denuncias públicas”. Un lustro en el que la Comisión Europea también ha ido armando su justificación para prohibir su caza “para lo que contrató un consorcio elegido a dedo y sobre el que se hicieron presiones para que, a pesar de reconocer que era posible un pequeño aprovechamiento de la especie, concluyera que no se debía cazar”.

Pero el caso actual es doblemente reprobable, a juicio de la RFEC. “Primero, porque no se respeta el principio de subsidiariedad de los estados miembros, ya que la perdiz es un ave sedentaria, no migratoria, por lo que se deberían acatar los planes y el aprovechamiento de cada territorio”. Y en segundo lugar, porque esta especie “es solo el capote que nos ponen para que fijemos la atención, y no reparemos en que también quieren incluir en la lista a la codorniz, el avefría y otras muchas especies acuáticas y anátidas”.

Gallardo muestra su inquietud ante la postura europea “ya que, al final, las conclusiones del comité siempre determinan que hay que suspender la actividad cinegética, cuando la caza forma parte del propio aprovechamiento sostenible de las especies, como demuestran muchos artículos científicos”. Para el vicepresidente de la RFEC, “los animalistas y los ecologistas intentan, a través del Nadeg, la UICN y SEO Birdlife, imponer un criterio que está totalmente alejado de la realidad del campo español. La situación es muy preocupante”.