- El término maratón se acuñó en la antigua Grecia, cuando un soldado llamado Filípides corrió entre Maratón y Atenas para informar a los griegos de la victoria sobre el ejército persa. Se cuenta que murió de fatiga. Ayer, el griego Stefanos Tsitsipas rememoró a su compatriota trazando un maratón para el duelo con Rafa Nadal en los cuartos de final del Open de Australia. Un partido que alcanzó el quinto set gracias al pundonor del heleno, que cuando enfilaba el cadalso con dos parciales cedidos y una superioridad aplastante del manacorí, resucitó. Sacó su mejor versión para revitalizar sus opciones, y condujo el partido hasta el quinto acto, donde culminó una remontada épica por 3-6, 2-6, 7-6 (7), 6-4 y 7-5 en cuatro horas y tres minutos. Tsitsipas iba camino de ser Filípides, pero lo fue Nadal.

Tsitsipas admitió que arrancó muy nervioso. Atenazado. Nadal, mientras, arrolló. El número seis del mundo parecía un juguete en manos del manacorí. Entre el primer y segundo set, Nadal ganó cinco juegos seguidos para dinamitar la moral del griego. La rápida conquista de los dos primeros parciales dio aspecto de un partido de lo más sencillo para el balear.

Pero en el tercer set, cuando Tsitsipas parecía abocado a la derrota, el pundonor revivió al heleno en Melbourne. "He volado como un pájaro", expresó el griego. Más bien el ave Fénix. Se lanzó a la épica. A cambiar el signo de la historia. Solo dos tenistas habían logrado imponerse a Nadal cuando este había ganado los dos primeros sets, pero solo uno en el marco de un Grand Slam. Fue en 2015, en el Open de EEUU, a manos de Fabio Fognini; el otro caso era Roger Federer, en 2005, pero en el contexto del Masters 1000 de Miami.

El tiempo de juego corría en contra de Nadal, que acusó la falta del entrenamiento habitual debido a sus dolencias de espalda. Tsitsipas había gozado de cuatro jornadas de descanso tras superar los octavos de final por el abandono de Matteo Berrettini. Además, apareció el mejor Tsitsipas. Se amparó en sus saques. No falló en sus servicios. Implacable. Apeló a la agresividad y el riesgo -casi 60 golpes ganadores- y dominó los tres últimos sets. Nadal no amainó el temporal.

Lo más cerca que estuvo el manacorí del triunfo fue en el tie-break del tercer parcial y en el quinto set, con un 40-40 con 6-5 favorable a Tsitsipas. "He cometido dos fallos que no puedo hacer si quiero ganar", señaló Nadal sobre el tie-break. "Me faltó un pelón de ese extra de chispa", añadió el balear, que debe aguardar a mayo, cuando comenzará Roland Garros, para tener otra oportunidad de desempatar los 20 Grand Slam que posee junto a Federer.

El resucitado Tsitsipas se medirá en las semifinales al ruso Daniil Medvedev, que liquidó son solvencia a su compatriota Andrei Rublev (7-5, 6-3 y 6-3).

Karolina Muchova y Jennifer Brady se verán en semifinales tras vencer a la número uno, Ashleigh Barty (1-6, 6-3 y 6-2), y a Jessica Pegula (4-6, 6-1 y 6-1), respectivamente.

Nadal se mostró autocrítico tras su derrota ante Tsitsipas: "Jugué dos puntos malos en ese 'tie-break', no puedo cometer ese fallo de derecha y luego ese remate si quiero aspirar a ganar".

Tsitsipas explicó que comenzó "nervioso", pero que todo cambió en el tercer set: "No pensaba en nada, sinceramente, cuando he empezado a remontar. Me he concentrado mucho en cada golpeo; sí que es verdad que cambie las rutinas a partir del tercer set".