l martes pasado se cumplieron cuatro meses del estreno como profesional de Iraitz Zubizarreta (Ataun, 1999). Fue un debut que tardó en llegar más de lo esperado, casi con medio año de retraso por culpa del parón causado por el coronavirus. El delantero guipuzcoano tuvo que esperar para jugar su primer partido, pero a partir de ahí la cosa fue a toda velocidad. En menos de dos meses ya estaba jugando el Manomanista ante los mejores pelotaris de la especialidad, luego llegó el Cuatro y Medio y el pasado sábado su estreno en el Parejas de Primera. “Es una locura”, afirma. Su encuentro con Jon Ander Albisu ante Joseba Ezkurdia y Ladis Galarza terminó en derrota, pero ese golpe no desanimó a Zubizarreta, que con la mirada puesta ahora en el Parejas de Segunda espera crecer para repetir esta oportunidad.

Aunque el estreno del ataundarra en el Parejas estuvo a punto de no sucederse. Zubizarreta sustituyó a Jon Ander Peña, que tuvo que estar confinado debido a que era un contacto estrecho de un positivo por covid, pero al mismo tiempo, el propio Zubizarreta había estado entrenando horas antes con el delantero tolosarra: “Primero me llamó el médico, que alguien cercano a Peña había dado positivo y que no estuviera en contacto con nadie. Hablé con mi padre y le dije que igual nos tocaba quedarnos en casa. Luego, me llamaron para decirme que había dado negativo, pero que tenía que estar confinado y que me tocaba jugar a mí en Primera. De un extremo a otro. El día siguiente me fui con Jon Ander a Tolosa a elegir el material”.

En el encuentro, la diferencia de experiencia entre los dos delanteros fue evidente y Zubizarreta sufrió mucho en un duelo que terminó 22-14. “Ezkurdia tiene siete velocidades más que yo. Él generaba esa fuerza y parecía que lo hacía casi sin esfuerzo. Yo tenía que hacer todo el esfuerzo y más para igualar su velocidad. Técnicamente también es superior y me costó, es la realidad”, reconoce. Pero esa derrota no ha borrado la ilusión del ataundarra, ha sido un motivo más para seguir entrenando y tratar de acercarse poco a poco a ese nivel. “Normalmente el pelotari tiene que empezar jugando partidos de Segunda, cogiendo poco a poco su sitio. A mí me ha tocado todo muy rápido, pero sé que estoy jugando en Promoción y que mi sitio es ese todavía. He tenido la oportunidad de jugar contra los mejores y al final estoy muy contento. Ha sido bonita la experiencia”, declara.

Zubizarreta también cumplió un sueño además del de debutar en el campeonato de Primera. Jugó en un partido oficial con Jon Ander Albisu, formando así una pareja ataundarra. “Cuando tenía diez años, le veíamos por la tele y era la figura del pueblo. Todos hemos tenido de referente a Albisu y jugar con él tanto en mi debut como en el primer partido del Parejas para mí es un sueño y un orgullo, ojalá tenga más posibilidades en un futuro”, afirma. La única pena que le quedó al delantero guipuzcoano fue no poder disfrutar de este gran día con la gente en las gradas, aunque entiende la situación y reconoce que “somos unos privilegiados por estar jugando”.

Este inicio de carrera vivido a toda velocidad no nubla los pensamientos de Zubizarreta con ideas demasiado grandilocuentes. En consciente de la situación que vive actualmente y dónde debe poner su punto de mira. “Hay que seguir trabajando día a día, con calma y con los pies en el suelo”, explica.

Ahora, su único objetivo cercano es el Parejas de Segunda y tratar de avanzar a la siguiente ronda con Endika Uriondo, otro pelotari con menos de un año en el campo profesional. Actualmente llevan dos victorias y hoy ante Aitor Elordi y Beñat Garmendia tratarán de lograr una victoria que les acerque a su objetivo de entrar, al menos, en el play-off.