El fallecimiento de José Javier Suescun tiñó de luto la edición más multitudinaria de la Behobia-San Sebastián. El corredor de la localidad navarra de Berbinzana, de 31 años, cruzó por su propio pie la meta de la carrera en el Boulevard donostiarra, pero inmediatamente después sufrió una parada cardiorrespiratoria de la que no pudo recuperarse.

El atleta fue inmediatamente atendido en el hospital de campaña ubicado en las cercanías del final de la prueba, sin éxito, y después fue trasladado al Hospital Donostia, donde solo se pudo certificar su muerte.

Por razones que se desconocen, Suescun comenzó su participación una hora antes de lo que le correspondía según su dorsal, y este hecho le valió la descalificación en la clasificación general. A pesar del calor, el navarro completó la carrera en un tiempo aproximado de una hora y 35 minutos.

Enrique Cifuentes, presidente del club organizador el Fortuna, explicó que Suescun "cruzó la línea de meta y al parar se le bloqueó el corazón, que es algo que médicamente ocurre después de un esfuerzo supremo. Cuando paras, es un momento de peligro". El corredor recibió una asistencia "inmediata", a poco más de unos veinte metros de la línea de meta, y se le aplicaron los protocolos de reanimación pertinentes. Tal y como relata otro miembro de la organización, Iñigo Etxeberria, el fallecido fue atendido en torno a las 11.40 horas "por médicos intensivistas profesionales, habituales del hospital".

Cuatro fallecidos José Javier Suescun es la cuarta persona que muere en la Behobia-San Sebastián desde 2002. Ese año falleció el guipuzcoano Asier Torrente, de 23 años. Futbolista del Hondarribia, sufrió un paro cardiaco a falta de unos pocos metros para la meta y murió cuatro días después en el Hospital Donostia, donde había ingresado en estado de coma.

En 2010, el vizcaino César Elorduy, de 40 años, se desplomó a falta de unos 300 metros para la meta a consecuencia de una parada cardiorrespiratoria. Atleta habitual, en el momento de su muerte estaba completando su sexta participación en esta prueba.

La última baja hasta ayer había sido Arantza Ezquerro, de 30 años y de la localidad navarra de Zizur Mayor, que se desvaneció muy cerca de la línea de meta.

Un muerto en Behobia Un ciudadano francés de 42 años falleció también en las cercanías de la salida de la carrera. Al parecer, el fallecido se encontraba haciendo unas compras cerca del punto de partida, pero no asistía a la prueba ni como participante ni como espectador. El ciudadano francés sufrió un desvanecimiento y fue atendido rápidamente en una carpa de la Cruz Roja instalada en el puente de Behobia, dentro del dispositivo sanitario de la carrera.

Durante la mañana se había especulado con que era el fallecido era otro corredor. El diputado de Deportes de Gipuzkoa, Denis Itxaso, escribió un mensaje en su cuenta de Twitter contemplando esta posibilidad, pero finalmente la organización de la Behobia explicó que la víctima era totalmente ajeno a la carrera.