- "Es un disparate, un despropósito y un sinsentido. Con Bilbao no se juega". Esta contundente frase de la alcaldesa de Bilbao en funciones, Amaia Arregi, refleja a la perfección el sentir de las instituciones, especialmente Gobierno Vasco y Ayuntamiento de Bilbao, tras la decisión adoptada por la UEFA de retirar a la capital vizcaina su condición de sede de la próxima Eurocopa.

Lo aseguraba ayer el lehendakari Urkullu: "Estamos ante la crónica de una decisión anunciada, una decisión que no sé si tiene también un cariz político". Lo cierto es que desde hace días se barajaba la posibilidad de que la UEFA, en connivencia con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), iba a trasladar la sede de Bilbao a Sevilla. El jefe del Ejecutivo vasco recordó que existe un contrato que "compromete a los organizadores y a las instituciones", por lo que desveló que el Gobierno Vasco está estudiando este contrato para decidir si reclama o no indemnizaciones por las consecuencias económicas que pudiese tener el traslado de la sede de la Eurocopa a otra ciudad del Estado.

Fue el consejero de Cultura y máximo responsable de Deportes del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, quien denunció lo que considera un chantaje por parte del organismo del fútbol europeo. "Ha impuesto a última hora una condición -presencia de público en el estadio-, que no estaba contenida en los contratos en vigor". Y, a juicio del portavoz del Ejecutivo, "querer imponer la presencia de público al margen de la situación sanitaria a mediados de junio es un chantaje".

Con Euskadi sufriendo lo más duro de una cuarta ola que día tras día agrava la presión sanitaria, Zupiria tuvo un recuerdo especial a quienes están en primera línea en la lucha contra la pandemia. "Nos resultaría muy difícil explicar a médicos y enfermeras, y a los profesionales de los servicios básicos y de los centros educativos, que han hecho un esfuerzo tremendo para sacar adelante el curso, que hacemos una excepción con la UEFA y que en una situación sanitaria no adecuada permitimos la llegada de miles de personas que ocupen las calles de Bilbao como si no pasara nada", indicó.

Todo preparado

Al igual que desde el Gobierno Vasco, la sustituta eventual de Juan Mari Aburto al frente del Ayuntamiento aseguró que sus servicios jurídicos estudian la petición de resarcimiento por la inversión realizada y por el daño reputacional que ha supuesto que se retire a Bilbao como sede de la Eurocopa. La alcaldesa en funciones, Amaia Arregi, denunció las semanas de "disparate y despropósito" por las amenazas" de la UEFA para retirar Bilbao como sede de la Eurocopa si no confirmaba para junio un público de al menos el 25% del estadio de San Mamés.

Tras lamentar "la obsesión por meter público a toda costa, sin importarles la pandemia ni la salud pública ni la evolución de la covid-19", Arregi recordó que en Bilbao está todo preparado para recibir a las selecciones, miembros de UEFA, de federaciones, representantes o periodistas.

Y para quienes han dudado -y los ha habido- de las verdaderas intenciones de las autoridades vascas con respecto a la Eurocopa, Arregi dejó claro que "siempre apostamos por que se celebrará la Eurocopa en San Mamés, incluso sin público, aún sabiendo que para el sector económico, para la hostelería y los hoteles de este país era mucho más importante que se pudiera celebrar con público". Así, la intervención de la alcaldesa en funciones de la capital vizcaina se podría resumir en dos ejes o premisas básicas: "Con la salud y con Bilbao no se juega".

También formaciones políticas como EH Bildu y PP dieron a conocer su postura tras la decisión de la UEFA. La misma distancia ideológica que separa a ambos partidos es la que mantenían en su valoración, aunque tanto uno como otro aprovecharon para lanzar sus dardos contra el PNV. Para EH Bildu, es una decisión de "sentido común" no jugar la Eurocopa en Bilbao dada la situación sociosanitaria debido al coronavirus. Eso sí, a juicio de la coalición soberanista lo ocurrido es "otro ejemplo de la gestión errónea del PNV durante la pandemia".

Por su parte, el presidente del PP de la CAV, Carlos Iturgaiz, aseguró que la "verdadera culpa" de que la UEFA haya rechazado a Bilbao es del PNV y del Gobierno Vasco, a los que acusó de establecer unas condiciones sanitarias "draconianas" con el objetivo de impedir la presencia de la selección española en Euskadi.