a vuelta del público a los estadios ingleses ha venido envuelta de luces como lo visto en Liverpool, donde la afición entonó el You'll Never Walk Alone, y de sombras como lo ocurrido en el campo del Millwall, donde sus aficionados despreciaron públicamente la lucha contra el racismo que supone el Black Lives Matter.

Tras 271 días, el público retornó a la Premier el pasado fin de semana y lo hizo poco a poco, sin estrenarse del todo, como con miedo y suspense. Tanto es así que no todos los campos abrieron sus puertas y algunos que lo hicieron en divisiones inferiores, como el caso del Millwall, quedaron en evidencia. Un grupo de aficionados de este equipo londinense abucheó tanto a su equipo como al Derby County cuando estos hincaron la rodilla en el césped antes del pitido inicial, un gesto que se repite en cada partido de Inglaterra esta temporada.

Y mientras en The Den ocurría esto, diez estadios de Premier League de varias zonas de Inglaterra, las de mayor ratio de contagio y que se encuentran en el nivel 3 de alerta, permanecieron cerrados. Manchester City, Manchester United, Newcastle United, Sheffield United, West Bromwich Albion, Leicester City, Leeds United, Aston Villa y Wolverhampton Wanderers tienen prohibido abrir las puertas hasta que pasen al nivel 2 de alarma.

El resto de equipos se encuentran en ese nivel 2 -ninguno está en nivel 1- y pueden acoger hasta 2.000 aficionados. Esto permitió que se vieran imágenes inéditas desde el mes de marzo, como la grada de The Kop cantando el You'll Never Walk Alone cuando los jugadores salieron a calentar. "Se me puso la piel de gallina", reconoció Jürgen Klopp.

"No sabía qué iba a pasar en el calentamiento, ni cuándo empezarían a cantar. Que haya ocurrido esto después de diez meses ha sido muy emotivo", añadió. Y eso que Klopp fue de los más escépticos con esta vuelta del público, al no considerar lógico que solo 2.000 personas, agolpadas además en una sola grada y dudosamente respetando las distancias, pudieran entrar a Anfield, con capacidad para más de 50.000. "No entiendo cómo puede ser que metas 2.000 personas en un estadio con capacidad para 60.000 y a su vez puedas meter también 2.000 en uno donde caben 9.000. No me entra en la cabeza", dijo el alemán.

Otros entrenadores, como Marcelo Bielsa, creen que estas medidas juegan en su contra y es que, en el caso del argentino, jugó contra el Chelsea con público local en sus gradas, mientras que él no podrá albergar a un solo aficionado en Elland Road. "Podría haber un regla por la que ningún aficionado pudiera ir a los estadios hasta que todos los clubes estén autorizados", señaló.

Hay equipos que han estado preparando la vuelta de los aficionados, adecuando el estadio para ello, y se han encontrado con este portazo en la cara. Es el caso del Manchester United, que remodeló el campo para que algo más de 20.000 aficionados pudieran asistir a los partidos de forma segura, pero que al encontrarse en el nivel 3, no tienen permitida ni una sola alma en Old Trafford.

Mismo caso que el Newcastle United, cuyo entrenador, Steve Bruce, no tardó en alzar la voz ante las medidas que mantienen a las Urracas fuera de su nido. "¿Por qué solo se permiten 2.000 o 4.000 aficionados en el nivel 1 o 2 cuando tenemos la capacidad en St James' Park para acoger con seguridad a 20.000 personas? Creo que es injusto", apuntó Bruce.

Las pocas personas que han tenido acceso al fútbol este fin de semana representan una pequeña victoria para el fútbol inglés, que había caminado por un desierto colmado de sonido falso de videojuego en las televisiones ante la imposibilidad de ver los partidos de otra forma.