- Endiosado, amado, venerado, admirado y respetado, pero también juzgado, criticado y cuestionado: todo eso, y mucho más fue Diego Armando Maradona, el hombre que falleció ayer, pero que se volvió un mito en vida gracias al fútbol y a su personalidad.

Hijo de Doña Tota (Dalma Salvadora Franco) y Don Diego (Diego Maradona), el campeón del mundo con Argentina en México 1986 nació el 30 de octubre de 1960. Fue el quinto hijo de los ocho del matrimonio y el primer varón. Tuvo una infancia con carencias y se crió en Villa Fiorito, una de las zonas más desprotegidas y abandonadas de la provincia de Buenos Aires.

En 1969 se sumó a Los Cebollitas, un equipo juvenil de Argentinos Juniors, que arrasó a casi todos los rivales con los que se enfrentó. Siendo aún un niño empezó a acaparar la atención por su técnica y su desparpajo para jugar. Su debut en la Primera División fue el 20 de octubre de 1976, a diez días de cumplir los 16 años, en una derrota de Argentinos Juniors ante Talleres (1-0). Ingresó con la camiseta número 16 en reemplazo de Rubén Aníbal Giacobetti.

Maradona contó en 2006 en Yo soy el Diego, su primer libro, que el entrenador le dijo: "Vaya, Diego, juegue como usted sabe, y si puede tire un caño (túnel)". "Le hice caso. Recibí la pelota de espaldas a mi marcador, que era Juan Domingo Cabrera, le amagué y le tiré la pelota entre las piernas; pasó limpita y enseguida escuché el Ooooole de la gente, como una bienvenida", explicó Maradona en el libro.

A pesar de su juventud, Pelusa ya era famoso en el club por entretener y sorprender a los hinchas con sus malabares con el balón en el entretiempo de los partidos. Maradona defendió la camiseta del Bicho hasta 1981, cuando pasó a Boca Juniors.

Pese a haber jugado algunos partidos con Argentina, el seleccionador, César Luis Menotti, lo dejó fuera de la Copa del Mundo que la albiceleste disputó y ganó en su país en 1978.

Al año siguiente, Maradona ganó el Mundial sub'20 de Japón, con Menotti de técnico. Después de deleitar y alegrar a los simpatizantes de Argentinos Juniors pasó por Boca Juniors (1981-1982 y 1995-1997), Barcelona (1982-1984), Nápoles (1984-1992), Sevilla (1992-1993) y Newell's Old Boys (1993-1994). Se retiró en el club Xeneize el 25 octubre de 1997.

Ganó un Metropolitano (1981) con Boca Juniors, la Copa del Rey (1983), la Copa de la Liga (1983) y la Supercopa (1983) con el Barcelona y dos Ligas italianas (1987 y 1990), una Copa de Italia (1987) y una Copa de la UEFA (1989) con el Nápoles.

Con la Albiceleste ganó la Copa del Mundo sub'20 de Japón 1979 y luego, en México 1986, hizo su nombre inmortal al anotar el mejor gol del siglo XX y el tanto con La mano de Dios a Inglaterra en cuartos de final del Mundial que Argentina ganó.

Dirigió a Deportivo Mandiyú (1994), a Racing Club (1995), al Al Wasl (2011-2012) y Al Fujairah (2017-2018) de los Emiratos Árabes, a los Dorados de Sinaloa (2018-2019), de la Segunda División de México, y en septiembre de 2019 asumió en Gimnasia y Esgrima La Plata, equipo que dirigía al momento de su muerte.

La vida de Diego Maradona fue semejante a una montaña rusa y su punto más alto fue la conquista del Mundial de México'86, un logro que el exfutbolista argentino resumió con esta frase: "El momento más sublime de mi carrera, el más sublime". De aquella epopeya, también la más gloriosa del fútbol argentino, han pasado ya 34 años, un tiempo largo que la ha magnificado aún más, pues ni siquiera Lionel Messi y su generación, ni las generaciones anteriores, han podido emular lo hecho por Maradona y una selección albiceleste que desde entonces llegó al olimpo del deporte rey. La conquista del Mundial de México'86 se inició, según Maradona, un día de enero de 1983 cuando terminaba su recuperación de una hepatitis que lo aquejó a finales del año anterior y se encontraba en Lloret del Mar, en la Costa Brava.

En 2008 asumió como seleccionador de Argentina y renunció dos años después tras la eliminación en cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010. Sus declaraciones, peleas y litigios judiciales lo pusieron muchas veces en el ojo de la tormenta. Maradona denunció penalmente a su exesposa, estuvo años sin reconocer a varios de sus hijos, fue filmado mientras le pegaba a su expareja Rocío Oliva y también fue acusado de abuso sexual por una periodista rusa.

Criticó a la Iglesia católica, a la FIFA, a la Asociación del Fútbol Argentino y a decenas de entrenadores, jugadores y personajes públicos. Además, tuvo un fuerte compromiso político y partidario, que hizo que fuera amado y odiado. También recibió múltiples reconocimientos, condujo su propio programa de televisión y coqueteó con la muerte varias veces, hasta que esta lo venció. El regreso a su país natal en 2019 como entrenador de Gimnasia evidenció que, pese a los años, el amor que siente la gran mayoría de los argentinos por el ídolo futbolístico estaba intacto.

El deceso de Maradona, probablemente el hombre más conocido del planeta, marca un punto final en su historia personal. Sin embargo, su mito y su recuerdo quedará vigente por siempre.