- Esteban Burgos manifestó ayer que espera que el encuentro del próximo sábado en El Alcoraz (14.00 horas) ante el Huesca sea un partido “duro, durísimo, como con todos los equipos de la Liga”.

“Ayer vi una estadística en la que los equipos recién ascendidos son los que más nos están costando. Tendremos que estar con los sentidos a mil. Sabemos con quién nos enfrentamos, no nos va a sorprender nada y va a ser un partido durísimo”, reconoció el jugador armero a los medios del club.

Para Burgos, la ventaja que tienen los equipos recién ascendidos y lo que le provoca más respeto de ellos es que “vienen de jugar juntos una temporada de 40 partidos y traen una buena base”.

Burgos estima que, además, como elemento añadido el Huesca “va a jugar como local y tiene buenos jugadores”. “A mí me gusta mucho, pero ojalá tenga una mala tarde el sábado y nosotros estemos bien”, agrego el defensa azulgrana.

El argentino considera que el Eibar llevaba una buena trayectoria en las últimas jornadas hasta la derrota contra el Cádiz y valoró especialmente “el trabajo defensivo como equipo, no solo como la defensa de los cuatro de atrás”. Sin embargo, ante el Cádiz hubo pequeños fallos en acciones concretas “que nos costaron tres puntos y hay que conseguir que este sábado no vuelvan a pasar”.

Es el segundo año de Burgos en el Eibar y siente que este año el entrenador le está “dando confianza” y se está convirtiendo en un jugador habitual con el equipo armero. “Eso es fundamental para un jugador y también es bueno, desde lo personal, saber que es mi segundo año. Con Mendi -el técnico José Luis Mendilibar- es importante tener las cosas claras y para el segundo año es como que tienes más claro qué hacer en cada jugada y sabes qué te pide el técnico y lo que no”, apuntó Burgos.