En la quinta jornada consiguió el Eibar la victoria que necesitaba para calmar los ánimos y salir de ese pozo clasificatorio que tanto agobia. Y lo hizo exhibiendo su mejor cara, la de la casta y la valentía que tanto caracteriza al equipo de José Luis Luis Mendilibar. Pero no fue fácil. El conjunto guipuzcoano tuvo que salvar cuantos contratiempos le salieron por el camino hasta que Kevin Rodrigues logró al filo del minuto 90 el tanto que le dio el ansiado triunfo. El jugador cedido de la Real, cambiado mediada la segunda parte a la banda derecha, entró como si fuera el delantero centro a rematar un balón centrado desde la izquierda por el recién salido Arbilla. Para que luego digan que uno de sus déficits es la altura...

El carrilero de Baiona se adapta a la perfección al sistema de Mendilibar, que ayer cambió a un 4-2-3-1 con el debutante Eñaut Mendia como novedad principal, y dio así la razón a los que gestaron su incorporación.

El partido, eso sí, no estuvo exento de polémica, ya que el colegiado tomó tres decisiones que perjudicaron al Eibar. La primera, al no señalar falta de El Yamiq, que hubiera supuesto su segunda tarjeta amarilla en una acción en la que Muto se escapaba hacia el área cuando los armeros ganaban 0-1 gracias al tanto convertido por Burgos de penalti -por mano de un desacertado ayer El Yamiq-; después, con el encuentro igualado a uno al empatar el Valladolid antes del descanso en un remate de Toni Villa, Pape Diop fue expulsado con tarjeta roja directa por pisar a Kike en una rigurosa acción; y, por último, la jugada en la que el VAR corrige al árbitro para sacar fuera del área un penalti por mano de Javi Sánchez. En definitiva, un partido más para que Mendilibar afiance aún más sus argumentos sobre la nueva tecnología en el fútbol.

Antes de esta última jugada polémica cabe reseñar el clave paradón de Dmitrovic, al comienzo de la segunda mitad, en el penalti, por una falta innecesaria de Eñaut, lanzado por Guardiola.

Este lance fue decisivo como lo fue después el carácter que mostró el Eibar para seguir atacando y apretando una vez que se había quedado con un futbolista menos. El técnico de Zaldibar dio entrada a Kike García, para morder arriba, a Edu Expósito para dar equilibrio al centro del campo tras la expulsión de Diop, y a Arbilla, autor del centro que cabeceó un Kevin que demostró también que puede jugar por el carril diestro.

La entrega y la brega del Eibar superó las adversidades que se topó ayer en el Nuevo Zorrilla para sumar su primer triunfo y, con cuatro, puntos poder respirar tranquilo.