El historial de la carrera no miente: quien gana en Aiztondo Klasika será corredor profesional. Así lo indican las últimas ediciones de la cita guipuzcoana, y así tiene toda la pinta de que seguirá sucediendo tras la cita de la presente temporada. Las rampas de Alkiza consagraron este domingo a Fernando Tercero (Eolo Kometa), un manchego de Valdepeñas (Ciudad Real) cuya trayectoria se dirige irremediablemente hacia la élite. El triunfo del chaval (nació en 2001 y vive su tercer curso como sub-23) en toda una prueba de la Copa de España, unido al modo en que se produjo, hablan de un ascenso que terminará produciéndose más pronto que tarde. Por su nivel. Y también por el equipo en el que corre, el filial de una estructura patroneada por Alberto Contador y con plataforma en el segundo escalón del ciclismo mundial, perfecta para dar el salto.

¿Cómo ganó Tercero en Alkiza? Lo logró, obviamente, mostrándose como el más fuerte en la subida final, que afrontó en un grupo cabecero de ocho ciclistas. Pero este es un dato que se queda corto para ilustrar la actuación de este joven escalador. Y es que, de esos ocho corredores que comandaban la prueba al alcanzarse su tramo decisivo, el propio Tercero era, junto a Sinuhé Fernández (Lizarte), el único que acumulaba ya más de 30 kilómetros dando la cara, comiendo aire en vanguardia a modo de órdago. Les dieron caza. Pero el manchego guardaba balas en la recámara. Vaya si las guardaba.

Su ataque a mil metros de la meta para marcharse en solitario significó el punto culminante de una prueba cuyo tramo inicial resultó más bien tranquilo, principalmente porque el sol secó un asfalto que había amanecido mojado. Diego Uriarte (Lizarte), Christian Gorm (Smartdry), Yurgen Ramírez (Rías Baixas) y Telmo Semperena (Eibar) formaron enseguida una escapada que apenas alcanzó el minuto y medio de renta máxima, y que el pelotón abortó tras la tercera de las cinco vueltas al habitual circuito en el valle de Aiztondo. Restaban solo dos, y el momento de la absorción coincidió con la ofensiva conjunta de Sinuhé Fernández y Fernando Tercero. Vista la identidad de los atacantes, la cosa se ponía seria.

La ventaja de ambos enseguida subió al minuto, mientras en el gran grupo la actitud de sus respectivos compañeros era distinta. El Eolo Kometa, sabedor del carácter ganador del movimiento, enredaba en los primeros puestos y secaba cualquier intento de contraataque. Y mientras el Lizarte, consciente de que en un mano a mano final Fernández-Tercero su representante tenía todas las de perder, ahorraba energías para mover a otros hombres desde detrás. Ya en la última subida a Zizurkil, salió del pelotón un grupo de seis lanzado por Pablo Castrillo y Mikel Retegi, del propio Lizarte, y que también integraron Francisco Muñoz (Eolo Kometa), el legazpiarra Mikel Mujika (Telcom), Andoni López de Abetxuko (Caja Rural) y Ángel Coterillo (Gomur). Xabier Berasategi y Enekoitz Azparren, principales exponentes del Laboral Kutxa, no pudieron sumarse.

El sexteto dio caza a Fernández en primer lugar y, más tarde, a un desatado Fernando Tercero. Los ocho iniciaron juntos los cuatro kilómetros de subida final a Alkiza. Y durante tres de ellos, los iniciales, todo apuntó a exhibición colectiva del Lizarte. Sinuhé Fernández gastó sus últimos cartuchos. Pablo Castrillo le tomó el testigo para, con un ritmo infernal, dejar el grupo en cuarteto. Y mientras, Mikel Retegi afilaba el cuchillo, viendo que Mikel Mujika bastante tenía con aguantar ahí y pensando posiblemente que el cuerpo de Tercero acumulaba ya demasiado tute. Nada más lejos de la realidad. Demarraje en la flamme rouge y Aiztondo al zurrón.