l regreso del Euskaltel-Euskadi tras ocho años de ausencia en la Vuelta sirvió de punto de ignición de la carrera que finalizó ayer en Santiago de Compostela. Un total de 18 corredores de Euskal Herria formaron en la salida de Burgos, prácticamente el 10% del pelotón. Los ciclistas vascos exploraron diversas vías para lograr un triunfo de etapa, pero no dieron con la ganzúa para descerrajar la caja de caudales. No encontraron el botín que perseguían a pesar de esforzarse en ello. Alex Aranburu, en la crono de inicio, estuvo a un dedo de vencer y ser el primer líder de la Vuelta. Solo Primoz Roglic, campeón olímpico de contrarreloj, fue capaz de superar al de Ezkio, al que le borró la sonrisa. Contra el esloveno quiso pelear Mikel Landa, que llegó a la carrera después de imponerse en la Vuelta a Burgos. Sin embargo, el escalador de Murgia nunca alcanzó su mejor nivel. Resistió en la ascensión al Picón Blanco. A partir de entonces, Landa fue perdiendo el hilo de la Vuelta hasta deshilacharse del todo en los Lagos de Covadonga. Landa se bajó antes de ascender el coloso asturiano. Fundido a negro.

También abandonaron Omar Fraile, baqueteada la espalda, Óscar Rodríguez, con la rodilla dolorida, Alex Aranburu, después de sufrir una caída, Jonathan Lastra, arrastrando problemas estomacales, y Oier Lazkano. Antes, todos ellos además de los hermanos Izagirre, Mikel Nieve, Ander Okamika, Mikel Iturria, Mikel Bizkarra, Xabier Mikel Azparren y Gotzon Martin trataron de hacerse hueco a través de las fugas. Jon Aberasturi lo sondeó al esprint. Imanol Erviti, capitán de ruta del Movistar, centró sus esfuerzos en ayudar a sus líderes. El de Iriberri completó una Vuelta estupenda como escudero. Ninguno tuvo la fortuna de encontrar el éxito aunque lo intentaron sin desmayo. Muchos cartones, pero ningún bingo.

El naranja, de retorno a una grande, trazó con ambición y trabajo el mapa de la competición. Para Jorge Azanza, director del Euskaltel-Euskadi, el equipo alcanzó un "notable alto" en su regreso. "El sobresaliente hubiera sido ese triunfo de etapa", estableció el técnico navarro. La formación naranja concluyó la general por equipos como el mejor de los ProTeam en liza y el 11º, por delante de nueve formaciones del WorldTour, la máxima categoría del ciclismo. El Euskaltel-Euskadi evidenció de ese modo su afán competitivo y el carácter luchador, siempre mirando hacia delante. Sus corredores estuvieron en fuga en 16 de las 19 etapas en línea y sumaron 4 Top 10, con Mikel Bizkarra como el último eslabón del emocionante regreso de la marea naranja.