Los partidos frente al Barça que pasen cuanto antes y dejen las menores secuelas. Eso piensan la mayoría de jugadores y clubes de Asobal. Si con las plantillas al completo las opciones de victoria son pocas, con los planteles muy diezmados, aún menos. Los irundarras se presentaron con lo que disponen a día de hoy. A las bajas conocidas de Jon Azkue y Rodrigo Salinas se unieron las de Julen Aginagalde y Adrián Fernández que no formaron parte de la expedición amarilla. En su lugar, lo hicieron jóvenes jugadores que están contando con muchos minutos como es el caso de Furundarena, Urruzola, Mujika o Gorka Nieto. A ellos se unió Asier Iribar, un zumaiarra de la cantera del Pulpo, que debutó en semejante escenario y ante semejante equipo. Para él, la experiencia será inolvidable. Ajeno a las supersticiones marcó su primer gol en Asobal en el minuto 13 con un lanzamiento exterior que sorprendió a Leo Maciel. Contribuyó al espléndido partido de su equipo, que dio la cara en todo momento hasta terminar perdiendo por tres goles (31-28). Dio gusto verles jugar y aguantar el tipo frente a una constelación de estrellas.

Solo al final el Barça pudo aumentar su ventaja y sentenciar, aprovechando el cansancio de sus rivales, las dos exclusiones de Víctor y Dariel García, además del largo fondo de armario del que disponen. Probablemente, el Barça esperaba otro encuentro y otro juego del rival. Cuando se quiso dar cuenta, aunque manejara mínimas ventajas, el contrario le pisaba los talones. Cómo sería el asunto que el entrenador local, Antonio Ortega, con 12-9 en el marcador, solicitó un tiempo muerto porque no debía gustarle lo que estaba viendo. El panorama no se aclaró ya que del 14-10 se pasó a un 15-14 y los irundarras no nivelaron de milagro, gracias a dos paradas de Maciel desde los extremos. Hasta tal punto el conjunto de Cuétara salió respondón, que el técnico blaugrana decidió meter en pista a Pérez de Vargas para evitar que Iñaki Cavero siguiera haciendo pleno en los tiros desde siete metros.

El Barça trató de aprovechar, como tantas otras veces, la primera y segunda oleada del contraataque. La defensa irundarra daba un paso al frente a costa de dejar espacios en los que Ludovic Fábregas terminaba por recibir buenos pases que materializaba en el pivote. Lo contrario conllevaba hundirse en esa posición y asumir el bombardeo de la primera línea local, superior en fortaleza al muro bidasotarra. Por esa misma razón, el Bidasoa maduró las jugadas en ataque. Ante la imposibilidad de encontrar espacios para buenos lanzamientos exteriores, buscó con ahínco la segunda línea. Los extremos y pivotes forzaron situaciones de éxito y en la suma de todos los valores, atacantes y defensivos, el primer tiempo se saldó con dos tantos locales de ventaja (17-15).

Normalmente, en los segundos tiempos, los catalanes machacan y ponen en cancha jugadores que apenas disputan minutos en el tiempo inicial. Era el tiempo de los Dika Mem, Langaro, Ali Zein, Ben Alí y compañía. Aunque venían de jugar un partido exigente en Bucarest, disponen de muchos jugadores para rotar y no forzar. Quizás al Bidasoa le daba lo mismo lo que hiciera el contrario. Después del tiempo de Sierra en la portería, llegó el de Ledo. Nada cambió en la forma de jugar, algo así como una oda a la paciencia. Cuantos menos errores se cometieran, menos opciones para las contras rivales. El Barça aprovechó los remates de sus dos extremos internacionales, Ángel Fernández y Aleix Gómez, para superar por ahí a un Bidasoa que encontró también en Dariel García y Ander Ugarte, junto al acierto de Cavero, los brazos ejecutores desde los seis metros.

El Bidasoa vuelve de vacío, pero con la sensación de haber protagonizado un partido de aplaudir. Es su mejor derrota en años en esa cancha y se produce en un momento en el que no sobran fuerzas. Al equipo le viene ahora otro maratón de tres partidos en seis días. Inmediato viaje a Berlín para enfrentarse al Fuchse el martes. Desde allí, directos a Valladolid para jugar el jueves y recuperar un partido aplazado correspondiente a la primera vuelta. Dos días más tarde, la prueba del Antequera visitante de Artaleku. No hay más que decir.

DATOS DEL PARTIDO:

Barcelona 31

Bidasoa Irun 28

BARCELONA Leo Maciel; Blaz Janc (1), N’Guessan (3), Luka Cindric (2), Ángel Fernández (6), Richardson (2) y Ludovic Fábregas (5) -equipo inicial- Pérez de Vargas (ps), Dika Mem (3, 1p), Aleíx Gómez (7, 2p), Thiagus Petrus, Makuc (1), Ben Ali, Haniel Langaro (1), Ali Zen y Martí Soler.

BIDASOA IRUN J.M. Sierra; Iñaki Cavero (5, 4p), Ander Ugarte (5), Eneko Furundarena, Kauldi Odriozola (2), Gorka Nieto (3) y Dariel García (6) -equipo inicial- Xoan Ledo (ps), Asier Iribar (1), Mikel Zabala (1), Julen Urruzola, Julen Mujika (2), Tom Tesoriere, Matheus da Silva (1) y Víctor Rodríguez (2).

Parciales 3-1, 7-5, 10-8, 13-9, 15-13, 17-15 (descanso), 20-17, 22-20, 24-22, 25-23, 28-23, 31-28.

Árbitros Fernández Molina y Murillo Castro (comité andaluz). Exclusiones de Aleix Gómez, por el Barça; Matheus da Silva, Tesoriere, Víctor Rodríguez y Dariel García, por los guipiuzcoanos.

Incidencias Palau Blaugrana, ante 752 espectadores en partido correspondiente a la 18ª jornada de la liga Asobal.